El Jardín Botánico, con alrededor de 400 especies entre flora y fauna y ubicado en la ciudad de Yerba Buena, a pocos minutos del centro tucumano, se proyecta como uno de los atractivos para disfrutar estas vacaciones de inverno en la provincia del norte argentino.

El Jardín Botánico Horco Molle, que dependen de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), es uno de los más grande del norte argentino, con 98 hectáreas inmersas en la llamada Selva Tucumano-boliviana.

De las 98 hectáreas, solo 12 pueden ser recorridas por los visitantes, por senderos señalizados y vistas guiadas, ya que el resto está destinada a tareas de investigación, restauración ecológica y monitoreo de las especies.

En su territorio de yungas, conviven diferentes especies de animales autóctonos, entre ellos variedades de aves e incluso gatos monteses y hurones; 350 variedades de hongos y 190 ejemplares de árboles y arbustos, muchos de ellos utilizados para beneficios en la salud o uso comestible.

A principios de julio, el Ente de Turismo de la provincia junto con la UNT inauguraron un nuevo pórtico con una oficina de recepción en la rotonda de acceso al Jardín Botánico, una laguna artificial completamente impermeabilizada con numerosas especies de flora acuática, y un puente colgante que conducirá a un futuro mariposario.

En una segunda etapa, se podrá en funcionamiento una condorera y un recinto para observar aves nativas desde dentro, en lo que será una verdadera experiencia inmersiva para los visitantes.

El Jardín Botánico se puede visitar de lunes a domingo de 9 a 18 y los precios de las entradas son para menores y delegaciones $500 y para mayores $600.

Por un valor de $800 se puede visitar el Jardín y luego la reserva Experimental de Horco Molle, que se dedica a la educación ambiental, rescate y rehabilitación de fauna y programas de conservación de especies y ecosistemas.

Otra propuesta es realizar los talleres especiales para cada nivel educativo, garantizando de esta manera la transferencia de contenidos de manera pedagógica y didáctica a las escuelas que visitan el lugar durante todo el año, por un precio de $1100.

“El Jardín Botánico no ofrece solo la posibilidad a sus visitantes de recrearse, sino también de sensibilizar, para que cada persona que visita el lugar se lleve un mensaje y un conocimiento que lo ayude a tener una mejor relación con el ambiente natural”, dijo el director del Jardín Botánico, Pablo Quiroga.