El presidente Javier Milei sigue manteniendo un discurso optimista respecto a la recuperación económica, afirmando que «la recesión ha terminado y el país ha comenzado a crecer». Sin embargo, la realidad que golpea a millones de argentinos dice claramente otra cosa. El panorama es sombrío, y todo indica que será peor en los próximos meses.

En un reciente acto en la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Milei destacó que la economía experimentará un crecimiento rápido en el futuro cercano. No obstante, estos comentarios generan escepticismo en el sector pyme, que ve con preocupación cómo los datos económicos siguen reflejando una economía en contracción.

En agosto, por ejemplo, el Producto Bruto Interno (PBI) registró una caída interanual del 3,8%. El acumulado del año sigue siendo negativo, con una baja del 3,1%.

La Encuesta Radar Pyme, realizada por la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), muestra que el 84,2% de los empresarios considera que la economía sigue en recesión o depresión.

Las expectativas a corto plazo siguen siendo muy bajas para la mayoría de las pymes. Según un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la principal barrera para el crecimiento de las pymes sigue siendo la falta de ventas, una problemática que afecta a más de la mitad de los empresarios encuestados.

A pesar de los esfuerzos por mantenerse a flote, muchos empresarios no logran generar rentabilidad. En el tercer trimestre de 2024, solo un 40,3% de las pymes logró obtener ganancias.

DATOS DE LA REALIDAD

16.500 pymes cerraron en lo que va del año, según el Frente Productivo Nacional. Otros 10.000 kioscos y almacenes también bajaron sus persianas, sumando una pérdida de 160.000 empleos.

La recesión continúa afectando el consumo interno, con una caída del 13,2% en las ventas de comercios pymes. La falta de ventas y los costos altos están llevando a las pymes a un panorama muy difícil.

En medio de esta crisis, los empresarios piden una «Ley Pyme» para aliviar la situación, pero aún no hay avances significativos.

La situación económica de las pequeñas y medianas empresas (pymes) en Argentina se agrava a medida que el año avanza.

NO HAY VENTAS

La contracción de la demanda interna es uno de los principales factores que afecta a las pymes, especialmente a los comercios minoristas y servicios. La Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) reporta una disminución alarmante del 13,2% en las ventas de comercios pymes, una cifra que refleja la profunda crisis económica que atraviesa el país. Además, el consumo de productos de primera necesidad, como la carne, ha caído de manera significativa. Según datos de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra), el consumo de carne vacuna descendió un 12,3% en los primeros nueve meses del año, alcanzando el nivel más bajo en 26 años.

A este escenario se le suma el alto costo de los servicios y los impuestos, que se presentan como una carga insostenible para los pequeños empresarios. Las pymes se ven atrapadas en un círculo vicioso: la caída de las ventas lleva al cierre de empresas, lo que a su vez impacta en el empleo y reduce aún más el consumo, lo que alimenta la recesión.