¿Desarrollo o despojo?El Balneario Neptuno no abrió todavía y ya cosecha denuncias por su ocupación de la playa pública

¿Desarrollo o despojo?

El Balneario Neptuno no abrió todavía y ya cosecha denuncias por su ocupación de la playa pública

22 diciembre, 2024 Desactivado Por Germán Costanzo Castiglione

A horas de su inauguración, el nuevo Balneario de José Servat genera bronca y una creciente controversia. Mientras un sector vinculado al amiguismo y el cholulismo local celebra la obra, las críticas por la ocupación de la playa pública se intensifican. La comunidad, indignada, cuestiona ahora a los concejales, que se preguntan, ya demasiado tarde, por qué se cedió un espacio público a un privado. El Código Civil es claro: las costas son bienes públicos, inalienables e imprescriptibles, y el margen que debe respetarse entre la línea de agua y cualquier zona privada no puede ser inferior a los 15 metros. Sin embargo, mientras los vecinos alertan el avance desmedido, el municipio y la provincia permanecen en silencio ante las denuncias. ¿Realmente se trata de un «desarrollo», o de un beneficio privado a costa del patrimonio público?

La inauguración del nuevo balneario Neptuno ha desatado críticas en la comunidad de Necochea, donde las denuncias por la ocupación de la playa pública y la privatización del acceso al mar no dejan de crecer. La gestión de Arturo Rojas pese a su disgusto tiene encima una presión por parte de los vecinos, organizaciones ambientales y bloques políticos que exigen claridad sobre las concesiones otorgadas y la legalidad de las obras.

El Complejo Neptuno, que se encuentra en su fase final de construcción, se presenta como un espacio que tendrá el «primer gran salón de eventos frente al mar». Con una superficie de 1.200 metros cuadrados, el proyecto ha sido promovido por el empresario local José «Cholo» Servat, cuya cercanía con la política local ha generado suspicacias en torno a los procesos de concesión. Sin embargo, el centro del debate no radica solo en los intereses privados, sino en los impactos sobre el acceso público a la playa y las posibles violaciones de la ley.

Las críticas de los vecinos

La mayor preocupación de los vecinos de Necochea está relacionada con la ocupación de la franja de arena y el impacto que esta obra tiene sobre el espacio público. Diversos usuarios en redes sociales han expresado su malestar por lo que consideran una amenaza al carácter abierto y accesible de las playas locales.

«Toda esa playa se perdió para la gente común. Pusieron un tinglado de cemento que funcionará como salón de fiestas, privatizaron la calle cero y, de paso, también la playa. El que no lo ve es un necio,» expresó Ana Montanaro en las redes sociales. Otros comentarios siguen en la misma línea, señalando que las decisiones de los empresarios y el gobierno local están transformando la playa en un espacio exclusivo para unos pocos.

Uno de los puntos más críticos que destacan los vecinos es el estrechamiento de la playa en marea alta, que deja apenas dos metros de arena entre la construcción y el agua. Este fenómeno ha sido observado por los usuarios habituales de la zona, quienes advierten que las amplias playas de Necochea, reconocidas por su espacio abierto y libre, ahora se ven reducidas a una franja mínima. Aunque algunos atribuyen el estrechamiento a la sudestada, otros advierten que este problema será más pronunciado durante la temporada alta y las mareas fuertes.

«Quedate tranquila que, ante la primera pleamar importante, no le queda nada,» comentó otro usuario, refiriéndose a las condiciones que podría enfrentar el balneario en el futuro cercano. La preocupación es compartida por muchos que sienten que el patrimonio natural de la ciudad está siendo erosionado por intereses privados que priorizan la rentabilidad por encima del acceso público.

Desde Necochea Ambiental, organización que defiende el libre acceso a las costas, se ha expresado una fuerte condena a lo que consideran una violación de la ley. Según esta organización, el Municipio está permitiendo la privatización del espacio público sin tener en cuenta los derechos de los ciudadanos y las normativas que protegen el acceso libre a las playas.

Por ejemplo, el Código Civil en sus artículos 235, 237, 240 y 1974 protege el libre acceso a las costas y establece que todas las aguas, riveras, playas y sus accesos, en toda su extensión, son “bienes públicos”. Es decir, patrimonio “inalienable”, “inembargable” e “imprescriptible” de todos los ciudadanos. Por esa razón, ningún emprendimiento privado puede impedir u obstaculizar el uso o ingreso a estos bienes.

La ley también le otorga el poder a cualquier ciudadano de solicitar a la autoridad que desarticule cualquier tipo de cierre o privación del uso público de las aguas, playas, riveras y caminos. Y el margen que debe respetarse entre la línea de agua y cualquier espacio privado no puede ser inferior a los 15 metros. Es decir, en Argentina no están permitidas las playas privadas

La UCR exige transparencia en las concesiones pese haber estado de acuerdo en concesionar el espacio

El bloque de concejales de la Unión Cívica Radical (UCR) también ha levantado hecho públicas declaraciones en torno a la falta de transparencia y control sobre las concesiones otorgadas por el gobierno local. A través de una minuta de comunicación presentada recientemente, los concejales radicales han solicitado al Municipio que se les remita una copia fiel del contrato de concesión de la Unidad Turística Neptuno, así como los detalles sobre la habilitación para la realización de eventos bailables.

El concejal Rodrigo Irigoyen expresó: “Es muy importante que el Concejo Deliberante cuente con la información que solicitamos. Las construcciones y actividades dentro de las concesiones deben ajustarse a los contratos, y aún no hemos podido obtener la información correspondiente.”

La falta de respuesta por parte del Departamento Ejecutivo ha generado malestar en el bloque de la UCR, que considera urgente analizar el cumplimiento de los contratos y las habilitaciones otorgadas. En su minuta, solicitan claridad sobre la autorización para que el complejo Neptuno funcione como local bailable, un tema que ha generado controversia entre los concejales debido a las implicancias que tiene sobre la seguridad, la capacidad de carga de la zona y la compatibilidad con los usos turísticos tradicionales de la playa.

El rol del gobierno local y provincial: ¿Quién es responsable?

Mientras las críticas crecen, el foco de la responsabilidad recae sobre el intendente Arturo Rojas, quien ha sido señalado por permitir que estos proyectos avancen sin una adecuada fiscalización. Los vecinos, organizaciones y la oposición coinciden en que la gestión municipal ha priorizado los intereses privados en detrimento de los derechos públicos. “Necochea merece un gobierno local mejor, que se haga cargo de defender los derechos de todos los ciudadanos,” afirmó un vecino de Necochea.

Por otro lado, la provincia de Buenos Aires, encabezada por el gobernador Axel Kicillof, ha sido criticada por su falta de respuesta ante las denuncias presentadas por la comunidad. A pesar de las reiteradas solicitudes de información y la intervención de la justicia en algunos casos, el gobierno provincial no ha tomado medidas concretas para frenar lo que muchos consideran un proceso de privatización acelerada de las costas.

Es responsabilidad tanto del municipio como de la provincia tomar cartas en el asunto y garantizar que no se sigan avanzando proyectos que, bajo la excusa de ofrecer servicios, reducen el espacio público disponible para la comunidad. El proyecto del Neptuno es solo un ejemplo de una tendencia que, según los vecinos, afecta a otras zonas de la ciudad, como Monte Pasubio y South Playa, donde también se están llevando a cabo desarrollos que, en muchos casos, camuflan la ocupación privada con la promesa de servicios para los turistas.

No es Neptuno solamente

El caso del balneario Neptuno no es aislado. Los vecinos y organizaciones ambientales también han expresado su preocupación por otros proyectos, como los desarrollos en Monte Pasubio y South Playa, que podrían estar siguiendo la misma lógica de ocupación de espacios públicos. Estos proyectos, que avanzan a un ritmo acelerado, tienen en común la disminución del espacio disponible para el disfrute público, lo que ha generado la alarma de los habitantes de Necochea. No olvidemos que en el río Quequén también ha pasado lo mismo, con el histórico Club del Valle. 

HASTA EL CARTEL DE NECOCHEA QUEDÓ CERCADO POR LA EXPANSIÓN DE LAS CONCESIONES QUE DEBIERAN DAR ALGUN REDITO A LA COMUNIDAD MÁS ALLA DEL NEGOCIO DEL PRIVADO. TUVIERON QUE PARTIR UN ESPACIO VERDE PARA HACER UN SENDERO QUE LLEVE A LA GENTE DESDE LA ROTONDA DE PINOLANDA A LAS LETRAS. 

Acceso a las playas: derecho inalienable

Es fundamental recordar que la Constitución Nacional, en su artículo 41, garantiza el derecho de todos los ciudadanos al acceso libre y gratuito a las costas. Además, la Ley 23.968 de Costas establece que todas las aguas, riberas y playas son bienes públicos e inalienables, lo que prohíbe cualquier intento de privatización o cierre de los accesos. En este sentido, el Código Civil, en los artículos 235, 237, 240 y 1974, refuerza esta protección, al establecer que las costas son patrimonio de todos los ciudadanos y que no pueden ser cerradas al público.

Parte de la comunidad se enfrenta a una disyuntiva crucial: defender el acceso libre y público a sus costas o permitir que el espacio sea privatizado en beneficio de unos pocos. La Necochea del SI para unos pocos avanza legalizada por el discurso oficialista y operadores políticos que tienen intereses vinculados al desarrollo de algunos privados.