Uno de los últimos escándalos de corrupción de proporciones que estaría por ejecutar el gobierno nacional, es el ligado a lo que es la concesión del denominado Paseo de la Infanta, ubicado como se sabe en una de las zonas más exclusivas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

De acuerdo a la información difundida por el portal “La Política On Line”, en una nota firmada por el periodista Nicolás Eisler, el reconocido empresario vinculado a la noche porteña, Alejandro “Pety” Peltenburg,  sería el beneficiado por una década de la concesión en cuestión.

Se trata de la explotación de quince locales absolutamente top, que ya están ocupados, por lo cual el negocio está garantizado para quien se quede con la concesión. El canon que pagaría por mes el beneficiario de todo esto, sería de aproximadamente un millón de pesos, un valor considerado muy menor en relación a la rentabilidad que ofrece el lugar.

Alejandro “Pety” Peltenburg –cuenta la nota de La Política On Line- es una persona muy cercana a la familia Macri, y en particular al presidente argentino, con quien mantiene vínculos estrechos desde los comienzos de la década del noventa.

Los vínculos de Peltenburg con el todavía oficialismo nacional no se detienen allí, ya que pudo saberse que acaa de conformar hace poco menos de dos meses una sociedad con dos actuales funcionarios macristas. Se trata de Ignacio Pérez Riba y Darío Wasserman, con los que conformó la sociedad anónima «Ciudad de la furia SA», dedicada a los negocios financieros.

Wasserman es el titular del fondo Garantizar, uno de las sociedades estatales colonizadas por Francisco Pancho Cabrera. Pérez Riba fue jefe de gabinete de Pancho en el Ministerio de Producción y pudo conservar su cargo después de la llegada de Dante Sica. Cabrera casualmente fue ministro de Desarrollo Económico en la Ciudad y su cartera tuvo a cargo todas las concesiones del distrito capitalino.

Según cuenta La Política On Line “… el pliego de licitación que redactó el AABE, a cargo de Ramón Lanús, tiene algunos puntos insólitos. Prevé un canon de 1,195 millones de pesos, ajustables por UVA pero plantea que habrá un «techo» sobre el valor de referencia en pesos del 35%. Por eso solamente podría ascender a una oferta máxima de 1,613 millones de pesos”.

Entre los actuales locatarios del Paseo de la Infanta se encuentran varios de los restaurantes de moda de la Ciudad. Algunos gastaron grandes sumas de dinero para remodelar los locales y sería muy extraño que decidieran mudarse por el cambio en la concesión.

Subyace la duda de por qué el estado nacional no alquiló directamente los locales en vez de concesionar a un intermediario cuya única responsabilidad será la de cobrar un alquiler.  Algunas fuentes ligadas al negocio inmobiliario, estiman que sólo con el cobro del alquiler de uno de los locales, se podrá pagar el total del canon mensual que establece la concesión.

Desde el gobierno aclararon que el valor de canon mínimo fue «dispuesto por el Tribunal de Tasaciones de la Nación» y que no tuvo injerencia de los funcionarios.