«La idea es que cualquier cubano pueda tener ese pasaporte digital con diferentes opciones en la aplicación en un móvil, enviarlo por correo al interesado o que se pueda ver como una imagen en el teléfono celular», dijo el director del Centro de Soporte Tecnológico de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), Allán Pierra, al diario oficial Granma.

Para ese proyecto, que se encuentra en fase de prueba, los creadores analizan diferentes versiones de pasaportes digitales de vacunación existentes en el mundo.

Cuba cuenta con cinco proyectos de vacunas de desarrollo propio. Dos de ellos finalizaron sus ensayos clínicos y aguardan la autorización para su uso de emergencia o condicionado por parte de las autoridades sanitarias, según la agencia de noticias AFP.

Ante el creciente número contagios registrados en los últimos meses, el Gobierno del presidente Miguel Díaz Canel alistó esos fármacos el 12 de mayo con un campaña de vacunación en poblaciones de riesgo.

Según Pierra, el pasaporte digital Covid-19 empleará un código QR con los datos del portador y la firma autorizada, bajo el reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y emitido por el Ministerio de Salud Pública de la isla.

Los desarrolladores del pasaporte buscan que el usuario pueda registrarse con sus datos de vacunación en una página web que generará el documento digital.

Según Granma, su función será «velar por la identificación sanitaria en frontera, brindar la posibilidad a los nacionales de viajar con un pasaporte de vacunación válido» y a los «extranjeros vacunados en Cuba» la «de regresar a sus países con un pasaporte válido».

Además, servirá para «regular el acceso a lugares de concentración con interés sanitario».

El Ejecutivo espera que el 70% de los 11,2 millones de la población esté vacunado en agosto.

Cuba presentó su peor jornada el 15 de mayo al sumar 1.383 contagios en 24 horas, mientras que desde el inicio de la pandemia acumula 136.628 casos y 912 fallecidos.

En Reino Unido, este proyecto fue recibido con hostilidad por más de 70 diputados por considerarlo «discriminatorio», pero la idea se estudia en varios países y en algunos ya entró en vigor.

China lanzó en marzo su pasaporte sanitario digital para reactivar viajes internacionales, mientras que Dinamarca dispone del «Coronapas», que certifica un test negativo de menos de 72 horas, una vacunación o una recuperación reciente de Covid-19, para ingresar a algunos lugares públicos.

La UE también prepara un pase sanitario que implementaría en junio y permitiría reabrir fronteras.(Télam)