Viruela del mono:Cuál es el tratamiento que recomiendan los especialistas
21 julio, 2022
Con más de 14.000 casos diagnosticados en 71 países, la enfermedad preocupa a las autoridades sanitarias, que si bien aún no declararon la pandemia, no ven con buenos ojos que las infecciones siguen creciendo. Sin vacuna ni medicación específica, así es como se trata a los pacientes.
Desde la aparición de casos fuera de África, donde es endémica, la viruela del mono ya contabiliza más de 14.000 casos en 71 estados miembros, de las seis regiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Y si bien los casos no alcanzan aún para que la enfermedad sea declarada pandemia, desde la Organización Mundial de la Salud ven con preocupación que “los casos no paran de subir”.
La viruela del mono es una enfermedad zoonótica viral, lo que significa que puede transmitirse de animales a humanos. También se puede propagar entre las personas.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC por sus siglas en inglés), la viruela símica puede transmitirse de persona a persona de diferentes maneras, como el contacto físico directo con la erupción causada por la infección, las “secreciones respiratorias” que pueden transmitirse durante el contacto cara a cara o el contacto físico íntimo, como las relaciones sexuales, y el contacto con elementos como la ropa que han tocado una erupción infecciosa o fluidos corporales.
“Este virus pasa de animales a humanos y de humanos a animales. Por ello, cuánto más se tarde en contener el brote, más posibilidades hay de que el virus encuentre un nuevo hogar en humanos y/o animales. Que un virus se pueda propagar sexualmente trae como consecuencia que las personas no quieran identificar a sus contactos y que no quieran consultas. Esto dificulta el rastreo de los contactos estrechos, y la detección de los casos”, sostuvo la médica infectóloga y asesora de Vital, Romina Mauas.
Los síntomas de la viruela del mono generalmente incluyen fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, dolor de espalda, poca energía, ganglios linfáticos inflamados y erupciones o lesiones en la piel.
La enfermedad no tiene un tratamiento ni vacuna específica, pero algunos países están utilizando los inmunizantes de la viruela para quienes presentan un alto riesgo de exposición.
La estrategia aplicada se denomina “vacunación en anillo” y consiste en que, tras detectar un caso sospechoso, se realiza un rastreo estricto de los contactos, a quienes se inmuniza.
En ese sentido, los CDC afirmaron que se puede recomendar la vacunación a las personas que estén en contacto cercano con alguien con viruela del mono, a las que puedan haber estado expuestas al virus y a las que corran un alto riesgo de exposición, como algunos profesionales sanitarios y trabajadores de laboratorio. El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EEUU anunció que proporcionará vacunas a las personas con exposición confirmada y presunta a la viruela del mono.
Los CDC recomiendan la vacunación en los cuatro días siguientes a la exposición a la viruela del mono y afirman que si una persona se vacuna entre cuatro y 14 días después de la exposición, puede seguir teniendo beneficios, como el alivio de los síntomas.
“Las ventajas de la vacunación son que las personas que pueden haber estado expuestas a la viruela del mono, antes de la aparición de la erupción, pueden beneficiarse de la vacunación, ya sea para prevenir todo el espectro de la enfermedad o para reducir la gravedad de la misma”, explicó el doctor Jay Varma, profesor de Ciencias de la Salud de la Población en el Weill Cornell Medical College.
Cuál es el tratamiento que se brinda a los pacientes
Según destacan desde la OMS, “los síntomas a menudo desaparecen solos sin necesidad de tratamiento”. “Es importante cuidar la erupción dejándola secar si es posible o de ser necesario cubrirla con un vendaje húmedo para proteger el área. Evite tocar cualquier llaga en la boca o los ojos. Se pueden usar enjuagues bucales y gotas para los ojos siempre que se eviten los productos que contienen cortisona”, recomendaron.
Consultado por Infobae, el médico infectólogo Ricardo Teijeiro aseguró que “no hay ningún tratamiento específico; no hay ningún tratamiento antiviral demostrado que sea efectivo”. “Además, debido a los pocos casos que hay no se están haciendo pruebas ya que no podría hacerse un ensayo como hay que hacer para demostrar la eficacia y seguridad de un potencial fármaco”, agregó el especialista.
Y sobre cuál es el abordaje que se lleva a cabo en los pacientes, señaló que “se hacen medidas de apoyo paliativas de acuerdo al cuadro que esté padeciendo el paciente”, y destacó: “La prevención es lo más importante. La vacuna antivarióloca que se está usando en EEUU tiene 85% de efectividad para prevenir la enfermedad”.
Con él coincidió el jefe del Servicio de Patologías Regionales y Medicina Tropical del Hospital Muñiz, Tomás Orduna, quien sostuvo que “el tratamiento hoy de los pacientes con viruela símica en la Argentina es de sostén. Significa que se tratan las lesiones de la piel si duelen. O si una lesión cutánea se infecta con una bacteria, se pueden dar medicamentos para eso. La mayoría de los casos han estado en recuperación en sus hogares”.
En tanto, el doctor en medicina, ex presidente de la Sociedad Internacional de Micología Humana y Animal, Ricardo Negroni, también afirmó que “hoy solo se indican medicamentos para los síntomas de la viruela símica. No hay un medicamento específico para la infección disponible. Hasta el momento los casos que se han diagnosticado en la Argentina se han recuperado. No hubo casos graves”.
Consultado por Infobae, el médico infectólogo Pablo Bonvehí (MN 62648) sostuvo que el tratamiento está basado en el manejo del dolor. “Hay un antiviral llamado Tecovirimat no disponible en nuestro país, para el cual se cuenta con datos de seguridad en seres humanos y de eficacia en animales. Está aprobado para uso en viruela símica en Europa, en EEUU y Canadá, para el tratamiento de la viruela. Actúa inhibiendo la formación de la envoltura del virus. Se administra en cápsulas cada 12 horas durante 14 días y en mayo de este año la FDA (EEUU) aprobó una formulación endovenosa”, sostuvo Bonvehí.
Y siguió: “Hay algunas experiencia del uso de Tecovirimat en casos de viruela símica en el Reino Unido. Las otras drogas son el Brincidofovir y el Cidofovir que son antivirales que tampoco están disponibles en Argentina y se usan en algunas infecciones por otros virus como Adenovirus en pacientes inmunocomprometidos. El Brincidofovir está autorizado por FDA y EMA para el tratamiento de viruela y se administra por vía oral. No se puede administrar a mujeres embarazadas porque es tóxico para el embrión. Se utilizó en 3 pacientes con viruela símica en el Reino Unido y no completaron el tratamiento por intolerancia. Cidofovir se administra por vía endovenosa, tampoco está disponible en Argentina y está aprobado por la FDA para el tratamiento de otro virus que se llama citomegalovirus. No se puede administrar en caso de insuficiencia renal. NIOCH 14 es otro compuesto es un análogo de Tecovirimat pero con menos experiencia aunque demostró ser efectivo en animales. La inmunoglobulina está compuesta por anticuerpos provenientes de pacientes vacunados contra la viruela. No se sabe si los pacientes con viruela del mono se pueden beneficiar con la administración de inmunoglobulina”.
Si bien la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés) no aprobó ninguna terapia específica para el tratamiento de la viruela del mono, los CDC están poniendo a disposición el medicamento antiviral tecovirimat durante el brote y dicen que puede considerarse para algunos casos puntuales.
“Lo recomiendan los CDC, pero no está autorizado por la FDA ni demostrada su actividad antiviral contra este agente infeccioso”, destacó Teijeiro.
La agencia sostiene que el antiviral puede ser considerado para las personas con enfermedad grave de viruela del mono, como la sepsis, la inflamación del cerebro u otras condiciones que necesitan hospitalización. También se puede considerar para las personas que corren un alto riesgo de padecer una enfermedad grave, incluidas las que tienen el sistema inmunitario debilitado por afecciones como el VIH/sida, afecciones cutáneas como el eczema, niños, mujeres embarazadas y personas con otras complicaciones como una infección cutánea de origen bacteriano.
Las personas que presentan síntomas en zonas especialmente peligrosas como los ojos, la boca, los genitales o el ano también pueden ser consideradas para el tratamiento.
Tecovirimat fue aprobado por la FDA para el tratamiento de la viruela en 2018, y se puede administrar como una píldora vía oral o bien por vía intravenosa.
Dada la escasez de datos sobre la eficacia del tratamiento contra la viruela del mono con tecovirimat, el jefe de la División de Enfermedades Infecciosas en Weill Cornell Medicine, Roy Gulick, consideró que “hay que plantear los riesgos y los beneficios en cada caso, y eso suele ser una conversación que se tiene con los pacientes”.
En general, coinciden los expertos, el uso del fármaco es el abordaje de preferencia en personas que tienen el sistema inmunitario debilitado y corren el riesgo de progresar hacia una enfermedad más grave.
FUENTE:INFOBAE