En el cuarto día de la audiencia pública convocada para que la ciudadanía pueda opinar sobre la construcción de un barrio en la ex Ciudad Deportiva de Boca, habitantes de la Ciudad argumentaron que al tratarse de «torres de lujo», el proyecto encarecerá el precio de la vivienda.

Habitantes de la Ciudad de Buenos Aires se opusieron este miércoles al nuevo barrio que IRSA quiere construir en la Costanera Sur, al considerar contribuirá a «profundizar la crisis habitacional» por tratarse de «torres de lujo» que encarecen el precio de la vivienda.

Así lo expresaron varios oradores en el cuarto día de la audiencia pública convocada por la Legislatura porteña para que la ciudadanía pueda opinar sobre el convenio urbanístico entre la empresa IRSA y el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta para construir el barrio «Costa Urbana» en la ex Ciudad Deportiva de Boca, un predio de 71 hectáreas a orillas del Río de la Plata.

«El jefe de Gobierno dice que construye viviendas, pero construye objetos de inversión para un 10% de la ciudad rica«, dijo Graciela Massuh, una de las oradoras.

Cynthia Martínez Herrera, diseñadora gráfica egresada de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires (UBA), dijo por su parte que «las políticas del Gobierno de la Ciudad nos imposibilitan acceder a un alquiler acorde a nuestros ingresos, mientras miles de personas viven en las calles».

El barrio «Costa Urbana» proyectado por IRSA prevé la construcción de un conjunto de edificios con 6.000 viviendas, además de comercios, hoteles y un shopping, que ocuparía 24 hectáreas.

Por su cercanía con Puerto Madero, donde el metro cuadrado de las viviendas cuesta unos 5.700 dólares, «Costa Urbana» se proyecta como un barrio de lujo.

«Vienen a presentarnos torres de lujo a las que podrán acceder unos pocos, si es que ingresan al mercado inmobiliario, porque sabemos que hay una gran cantidad de este tipo de viviendas que están dedicadas a la especulación inmobiliaria, que regulas los altísimos alquileres en la ciudad», dijo Joaquín Braude, estudiante de la Facultad de Ciencias exactas y Naturales de la UBA.

Braude contó que tiene 19 años y aunque busca dejar la casa de sus padres, no puede hacerlo porque los alquileres le resultan «inaccesibles», a pesar de tener un «trabajo en blanco».

Otra oradora, Fernanda Freijomil, afirmó que «este tipo de proyectos encarecen las tierras, profundizando la crisis habitacional, ya que con viviendas más caras, los alquileres son más caros y el resultado es la gentrificación».

Luego, Maximiliano Díaz, manifestó que el proyecto de IRSA «agrava la desigualdad en el acceso al suelo urbano», y añadió que en la Ciudad de Buenos Aires «no hacen falta más viviendas del tipo que se propone en Costa Urbana».

«Entre 2011 y 2019 -añadió-, el 40% de las tierras donde el Gobierno porteño aprobó construir fue destinada a vivienda multifamiliar suntuosa. En una ciudad donde el 50% de la población es inquilina, ¿por qué seguir construyendo viviendas que no se necesitan?» preguntó Díaz.

Ramiro Padilla, por su parte, afirmó que «Rodríguez Larreta impulsa una ciudad cada vez más expulsiva, gracias a que cuenta con el voto de una parte importante de la población, convencida por el marketing y el blindaje mediático».

Con 2.593 inscriptos, la audiencia pública por «Costa Urbana» se extenderá hasta el 8 de noviembre próximo, y tendrá el viernes su quinta jornada, que comenzará al mediodía.

Si bien las audiencias públicas de la Legislatura porteña no son vinculantes, pueden influir en el debate legislativo, ya que los convenios urbanísticos requieren de dos votaciones en el recinto de sesiones, una antes de la audiencia y, la otra, después.

El convenio urbanístico entre el Gobierno porteño e IRSA obtuvo media sanción, con votos del oficialismo local (Vamos Juntos) y bloque aliados (UCR y Partido Socialista), a principios de agosto pasado.

FUENTE:TELAM