Salud“Congelar óvulos brinda la libertad de elegir cuándo ser madre”, aseguran dos especialistas en fertilidad
22 agosto, 2022
Los doctores Ramiro Quintana y Tomás Quintana, dos referentes de la fertilización asistida en la Argentina, dialogaron con Infobae sobre qué tener en cuenta a la hora de iniciar un tratamiento
Se estima que unos cuatro chicos nacen en el mundo por segundo y, en en los países desarrollados, se calcula que hasta el 5% de los niños que nacen, lo hacen a través de técnicas de fertilización asistida. Estos datos muestran la magnitud de los avances científicos y el papel que hoy ocupa estas técnicas de última generación.
El doctor Ramiro Quintana es exvicepresidente de la Sociedad de Medicina Reproductiva, es director de Quintana Salud Reproductiva, está a cargo del Departamento de Oncofertilidad de Procrearte -institución afiliada a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires- y es exdirector científico del IFER. Por su parte, el doctor Tomás Quintana es jefe de la Sección Fertilidad del Hospital Universitario CEMIC.
En una entrevista con Infobae, ambos respondieron las consultas más frecuentes sobre este procedimiento que cada vez es más requerido por las mujeres, ya que les permite postergar la maternidad.
“Los seres humanos somos animales muy malos para reproducirnos. Si tomamos todas las especies animales, estamos dentro de los últimos lugares. Lo único que nos ha permitido poder sobrevivir durante miles de millones de años -y no habernos extinguido antes- es el desarrollo del cerebro. Se calcula que el índice de fertilidad, es decir, la posibilidad de embarazo mensual en una mujer sana menor de 40 años, con una pareja sana y sin problemas de fertilidad es de aproximadamente de un 25% por mes. De ese 25 por ciento mensual, aproximadamente el 35 o 40% de los embarazos se pierden. Eso comparado con algunas especies del reino animal, nos convierte en sumamente precarios e ineficientes”, explicó el Dr. Ramiro Quintana.
“De por sí tenemos una fertilidad reducida, el mecanismo es muy complejo para poder lograr el embarazo y esto ha ido cambiando por distintos imperativos sociales. Es decir, el período de mayor fertilidad es entre los 18 y 26 años hasta los 30. Pero hoy, las mujeres empiezan a buscar su primer embarazo después de los 30 años. Entonces, ahí es cuando ya se está produciendo una disminución en la calidad de los óvulos. Las mujeres nacen con una cantidad limitada y estos van perdiendo calidad a medida que pasa el tiempo. Esa disminución es importante en las últimas etapas de la reproducción y es menos importante al principio”, amplió el doctor Ramiro Quintana.
“De los 30 a los 35 años, van a perder calidad de determinada manera; de los 35 a los 37 de otra manera; de los 37 a los 40 es un salto y, de los 40 en adelante, es otro salto. Año tras año, es otro salto. Esto no quiere decir que una mujer de 44 años no pueda embarazarse. Significa que la chance y la frecuencia son menores y que, así como la chance de embarazo es menor, también aumenta la posibilidad de perderlo, o de tener hijos con algún problema genético”, sintetizó el especialista.
Por su parte, el doctor Tomás Quintana destacó que no hay que dejar de lado al hombre ya que con el paso del tiempo espermatozoide pierde calidad, cantidad, forma, movilidad y capacidad de fertilidad. Esa disminución es menos notable, aunque no quiere decir que no exista, pero también puede ser responsable de otro tipo de afecciones en los embarazos y en los recién nacidos, solo que es más lenta y gradual.
“Además, si bien es tan importante que haya un óvulo como un espermatozoide para lograr un embarazo, es el óvulo el que hace un trabajo tan impresionante y maravilloso que modifica muchas veces las alteraciones mínimas que puedan tener los espermatozoides, o mientras se va formando el embrión adentro. Entonces, es el óvulo el que determina una cantidad de cosas muy importantes”, resaltó el doctorTomás Quintana.
La preservación de la fertilidad se intenta hacer desde hace muchos años, pero los resultados no eran buenos, sobre todo porque el óvulo es la célula más grande del organismo. Por su tamaño tiene mucha agua y, cuando antes la congelaban con la técnica antigua, se formaba hielo. Hoy, eso ya no sucede y el procedimiento es tan seguro como indoloro.
“Desde 2005 utilizamos una técnica que se llama vitrificación, que hace una supercongelación rapidísima a unos -300 grados en pocos segundos. Eso provoca que el óvulo se deshidrate, pierda toda el agua que lleva adentro y, de ese modo, no se forma hielo. Entonces, al re-expandirlo no hay hielo que se rompa y tampoco se deshace ninguna estructura de adentro del óvulo. Esos óvulos pueden mantener la vitalidad y la edad que tenían antes de ser congelados. Lógicamente, cuanto antes la mujer congele los óvulos, más chances va a tener de que sean de buena calidad y con una buena aptitud genética. Siempre es preferible congelarlos que no haberlo hecho”, sostuvo el doctor Ramiro Quintana.
Es una técnica que se empezó a usar en el mundo a partir de 2006 y 2007, pero hoy cada vez se usa más. “La pandemia hizo que en el mundo entero las chances de congelación de óvulos aumentaran en un 50%, porque la pandemia hizo que no se formaran o que se rompieran parejas; hizo que la gente perdiera sus trabajos y creó toda una situación social donde la mujeres tuvieron miedo o supieron que no se iban a poder embarazar en ese momento. Por eso, la vitrificación de óvulos comenzó a expandirse y se comenzó a hablar socialmente de ella sin tanto tapujo o tabúes”, agregó el doctor Ramiro Quintana.
El doctor Tomás Quintana reveló que lo primero que le preguntan sus pacientes es si están frente a un procedimiento doloroso o agresivo. La respuesta es un rotundo “no”.
“Lo primero que consultan es si duele y no es un procedimiento agresivo o doloroso. Preguntan por los riesgos, que son muy bajos, quieren saber cuánto tiempo pueden estar los óvulos congelados y buscan conocer la diferencia entre congelar óvulos y embriones. En el primer caso, la mujer es la dueña de sus óvulos y decide sobre ellos. Además, no es tan alto el porcentaje de las mujeres que después recurre a esos óvulos congelados para buscar un embarazo. En cuyo caso, si lo desean, los pueden donar. Cuanto antes se congele y mayor sea el número de óvulos que tenga, mayor va a ser la chance, pero eso no quiere decir que una mujer no va a poder embarazarse aunque sea con un solo ovulo congelado, cuando la técnica fue bien hecha”, destacó el especialista.
“Las mujeres se pueden embarazar con un solo óvulo congelado si la técnica fue bien hecha. Congelar óvulos es un reaseguro de la maternidad. La congelación da una sensación absoluta de libertad porque es la elección de la mujer, independientemente de si tiene pareja o no. Le da la facultad a la mujer de elegir cuándo quiere ser madre y olvidarse del ahora o nunca, porque cuando hay un óvulo congelado no es ahora o nunca, sino que es cuando ella quiere”, indicó el doctor Ramiro Quintana.
El anticonceptivo brindó a las mujeres la libertad de decir “ahora no”, mientras que el congelamiento de óvulos da la libertad de decir “ahora sí”, señaló el especialista y agregó: “La congelación de óvulos acaba con el ahora o nunca, pero que después el embarazo se dé o no es un tema diferente, pero mentalmente predispone a eso”, indicó el doctor Ramiro Quintana.
“La congelación de embriones también es excelente y un gran avance para evitar el embarazo múltiple. Los embriones se pueden congelar en todos los estadios y se pueden hacer todo tipo de estudios genéticos, son cosas que se complementan. La congelación del embrión entra dentro de la búsqueda en una pareja, pero también, en el caso de una persona sola que reciba a ese embrión a través de un donante. Justamente, el embrión congelado implica la responsabilidad de una búsqueda y el deseo de un embarazo que ya existe en ese momento. Congelar óvulos hoy, ayuda a que la mujer sea madre mañana”, finalizó el experto.
FUENTE:INFOBAE