El Poder Ejecutivo anunció el “restablecimiento de manera extraordinaria y transitoria” del Programa de Incremento Exportador -creado en septiembre- mediante el cual en aquella oportunidad se realizaron operaciones de liquidación de divisas para comprar soja a un tipo de cambio de $ 200, generando un volumen comercializado de casi 14 millones de toneladas y divisas por más de USD 8.000 millones durante su período de vigencia.
A través del Decreto 787/2022, publicado esta madrugada en el Boletín Oficial con la firma del presidente Alberto Fernández y de todo el Gabinete de Ministros, se estableció el nuevo “dólar soja” a $ 230.
“Es necesario continuar la implementación de políticas que tiendan al fortalecimiento de las reservas del Banco Central de la República Argentina, estimulando la generación de ingresos genuinos del Estado Nacional, producto de la exportación de mercaderías con baja incidencia en las cadenas de valor de abastecimiento nacional”, justificó el Poder Ejecutivo en los considerando del DNU publicado en las últimas horas.
“Lo hacemos con la convicción de que tenemos que lograr, al 30 de diciembre, batir el récord de exportaciones argentinas en lo que es el complejo agroindustrial, entendiendo que Argentina es parte de la agenda de la seguridad alimentaria, al igual que el debate y la pelea por las proteínas a nivel global es una de las grandes peleas”, había señalado el ministro de Economía, Sergio Massa, durante un encuentro que mantuvo con las entidades que integran el complejo sojero.
Según precisó el secretario de Agricultura y Ganadería, Juan José Bahillo, “el acuerdo del Gobierno con las cerealeras tiene un piso garantizado y firmado de US$ 3.000 millones” de liquidación hasta el último día de 2022.
El funcionario también explicó que, con lo obtenido por el cobro de derechos de exportación, “se trabajará en el financiamiento de promoción para economías regionales; subsidios a las cadenas de valor avícola, bovina, lechera y porcina para aumentar producción; y un fondo para mantener valor de las asignaciones familiares”. Además, el programa restablecerá el diferencial en retenciones para los exportadores de harina y aceite de soja. Las ventas externas de productos procesados dejarán de abonar una alícuota del 33% de derechos de exportación para pasar a tributar un 31%, mientras que el poroto seguirá en el 33%. (DIB)