Nota de opiniónCinco constructores de poder confrontaran en las presidenciales?

Nota de opinión

Cinco constructores de poder confrontaran en las presidenciales?

8 octubre, 2023 Desactivado Por Emilio Augusto Raffo

 

En pocos días se realizarán las elecciones Presidenciales más atípicas por cierto según mi humilde modo de verlas:

No serán solo ni las fuerzas políticas ni ideologías que postulan a los Presidenciables, ni los resultados electorales hasta ahora obtenidos por las mismas, ni siquiera los antecedentes comiciales de los últimos cuarenta años de vigencia del sistema Republicano y Democrático.

Se trata en esta oportunidad de la competencia, cada uno considerado individualmente, entre los que han construido su propio poder, y no solo su espacio de poder.

Desde la restauración del sistema democrático  a la fecha en forma inicial dos fuerzas compitieron casien forma hegemónica, esto es el Partido Justicialista y sus frentes electorales (salvo en 1983 y 2003) y la Unión Cívica Radical y posteriormente  sus alianzas en 1999 y a partir de la Convención de Gualeguaychu de 2015, por las cuales se dejó respecto de esta última fuerza su dogmática individualidad partidaria para conformar primero una alianza de centro izquierda para luego integrar otra de centro derecha, o directamente de derecha liberal.

Las restantes fuerzas o movimientos políticos, salvo en algunos caso provinciales, tuvieron una presencia de dos elecciones sucesivas – salvo algunos casos que pueden dar lugar a un análisis más minucioso  (casos UCEDE Y PAUFE) para luego desaparecer, mimetizarse con otras fuerzas o reagruparse (ya me he referido al tema en 90 líneas el “Resurgimiento y la esperanza”del 31/7/22).

Si bien en algunos casos resultaría razonable señalar que esta suerte de construcción de poder podría  haberse dado en el pasado, es lo cierto que ninguno aparece tan nítido como en el presente.

El caso de Alfonsín es uno de ellos,  su fuerza arrolladora su mensaje claro, firme y pacificador estaba enmarcado en la Unión Cívica Radical y su disciplina partidaria en alguna medida encorsetaba su accionar.

Otro tanto podría señalarse en el caso de Menem, luego de una aguerrida interna con su rival de entonces Antonio Cafiero, pero dentro de los límites del PJ y del frente electoral que lo postulaba en su primera elección. Algo diferente  puede decirse ocurrió en 1995 en su reelección.

Luego del Pacto de Olivos (Menem- Alfonsín) y la reforma de algún modo hecha a su medida la reforma constitucional de 1994, la postulación de  De la Rúa era algo cantado, pero con un poder recordado por los propios límites y condicionesde sus acompañantes y en definitiva de su propia falta de decisión y oportunismo.

La elección de 2003, en donde por vez primera el Partido Justicialista no postuló formalmente candidatos a pesar de que tres justicialistas disputaron aquellas elecciones Presidenciales   (Menem, Kirchner Rodríguez Saa) fue sin duda atípica al momento de dichos comicios ninguno de los tres postulados detentaba ni mínimamente el poder necesario para afrontar la crisis heredera luego de la renuncia de ambos integrantes de la alianza ganadora en 1999.

Es más, ni en 2007 cuando se postuló desde el propio sector gobernante a Cristina Fernández se puede decir que ella detentaba, por sí misma, el poder y mucho menos el liderazgo que posteriormente arrogaría hasta logar su reelección en 2011.

Otro tanto ocurría en 2015 en el cual el candidato triunfante Macri, ni siquiera había construido en  espacio propio en las elecciones de 2013, al menos, en la Provincia de Buenos Aires

Finalmente en las elecciones de 2019 el postulado y en definitiva vencedor, el actual Presidente Fernández, fue  ungido – más allá de su inocultable capacidad demostrada durante su anterior paso en la gestión  Presidencial– con el único objetivo de ganar esa elección convirtiendo el ex Presidente Macri en el único presidente sin poder llegar a una reelección.

Por el contrario, los cinco candidatos actuales han construido su propio poder y es que el que ponen de manifiesto para confrontar en estos comicios (ello claro está sin hacer juicio de valor sobre sus capacidades, apoyos etc.) .

Seré muy breve, y de ser posible, simbólico, como me pidiera un estimado amigo.

Myriam Bregman es la única y genuina representante de la izquierda nacional, buscó su lugar y lo obtuvo a lo largo de un batallar incesante – no solo en su accionar profesional en defensa de los derechos humanos – y puso en evidencia  su claridad y manejo de los tiempos en el pasado debate presidencial. Hábil y certera con su innegable impronta.

Juan Schiaretti, luego de un derrotero casi exclusivo en su Provincia obtuvo el pase a las generales exponiendo como único programa lo hecho en Córdoba – lo que seguro no es poco – reeditando el paso de un acostumbrado accionar provincial que pretende una suerte de liderazgo sin mezclarse mucho con las provincias hermanas. Se juegan pero no mucho (Basta recordar que Córdoba fue la única provincia que participó de los dos Congresos Independistas el del 29 de junio de 1815 y el del 9 de julio de 1816).

Patricia Bullriches otro claro ejemplo de constructora de su propio poder: De  su militancia de izquierda de los años 70 hasta candidata de la Derecha Liberal (admito otros calificativos pero me parece que esta definición es la más cercana) luego  de su paso por otros espacios ideológicos y programáticos, partidos y gobiernos.

Su firme accionar le permitió ganar las PASO al candidato que muchos hoy añoran y lograr el apoyo del Jefe de su Espacio a pesar de que este duda si mantener ese apoyo o mudarlo hacia otro candidato lo que avizora alguna suerte de enfrentamiento interno.

Pero ella mantiene firme el timón de su propia campaña.

Javier Milei sin duda ha edificado su poder en forma impecable. Cuando hace un tiempo su hablaba de elecciones de “tercios”al apreciarse los resultados de las elecciones provinciales que le resultaban escasos, muchos se atrevieron a pronosticar anticipadamente su debacle, en este caso Milei mantuvo su postura desembozada y aguerrida hasta convertirse, al menos en las PASO en el candidato más votado demostrando, una vez más, que muchos encuestadores deberán buscar trabajo en otras actividades.

Sergio Massaes otro ejemplo del constructor de su propio poder, que podríamos definir como inversamente proporcional a su caudal electoral, su declinación en este sentido es elocuente: de obtener 3.484.00 votos en 2013 con epicentro en Provincia de Buenos Aires, redujo su apoyo en 2015 hasta obtener  1.451.000 en 2017.

En esa instancia, su más bajo rendimiento en ese sentido, no impidió que fuera convocado, primero como tercera pata del Frente de Todos en las elecciones ganadas en 2019 para luego en el momento más crítico del gobierno se lo propiciara como Ministro y luego como candidato a Presidente del sector que hoy aparece como ampliando su base de sustentación ante la oferta a la que debe enfrentar.

Sin duda que el Massa, Diputado Provincial, Director del ANSES e Intendente de 2007 o Jefe de Gabinete después, o líder de un espacio en 2013 al actual candidato existe una diferencia, positiva por cierto, enorme, pero está claro que ha sido un firme y consecuente constructor del poder tal vez requisito este ineludible para revertir un cuadro de situación por demás complicado.

 

EMILIO AUGUSTO RAFFO