En un comunicado oficial, la embajada china en Argentina criticó con dureza la postura de Lamelas, advirtiendo que su enfoque contribuye a generar “una sensación de inquietud ante el posible resurgimiento de la Doctrina Monroe”, en alusión a la histórica política estadounidense de dominio en la región. Además, el texto subrayó que Argentina no debería convertirse en un “campo de batalla” para enfrentamientos entre grandes potencias, sino que tiene que ser un “campo por excelencia” para la cooperación internacional orientada al desarrollo, la reforma y el progreso.

Durante su presentación ante el Congreso de Estados Unidos, Lamelas también ubicó a China en un listado de “regímenes autoritarios”, junto a países como Cuba, Venezuela, Nicaragua e Irán, a quienes responsabilizó de intentar “socavar los valores democráticos” en América Latina.

En ese marco, el diplomático expresó que uno de sus principales desafíos como embajador será “mantenerlos fuera del continente”, reafirmando la postura estadounidense de limitar la influencia china y de estos otros gobiernos en la región.

Este cruce diplomático refleja las tensiones crecientes entre Washington y Pekín, que se trasladan también al escenario latinoamericano, donde Estados Unidos busca consolidar su influencia y contrarrestar la expansión china, mientras que China sostiene que busca relaciones basadas en la cooperación y el respeto mutuo.

FUENTE:MINUTO UNO