El ministro de Seguridad bonaerense salió a responderle al Presidente de la Nación por sus declaraciones contra la política de seguridad aplicada por Kicillof. En esa línea, lamentó la campaña de “desinformación” que se viene produciendo y destacó una baja en la tasa de homicidios a comparación del año pasado.

La ola de inseguridad que enfrenta la provincia de Buenos Aires generó la atención de todos los medios de comunicación y el malestar por parte del gobierno nacional. En ese marco, el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, acusó a Javier Milei de utilizar los robos y crímenes ocurridos para empezar una campaña electoral con miras a los comicios de medio término.

“Empezó la campaña electoral en los términos en que ellos juegan, con las fake news, la desinformación, lamentable. Porque llevan al terreno de la especulación política más baja el dolor de las familias”, lamentó el funcionario en declaraciones con Radio 10.

Asimismo, el ministro de Axel Kicillof dejó en claro que el Conurbano bonaerense “siempre fue un ámbito donde ocurrieron delitos” dado que viven 14 millones de personas. “Si cada delito que ocurre lo repetimos hasta el hartazgo en la televisión y el Presidente califica de ‘baño de sangre’, se empieza a generar una psicosis que no se corresponde con la realidad”, explicó.

En ese sentido, remarcó que nunca lo encontrarán en “una dinámica de reality show o de Twitter” y que está dispuesto a trabajar “con quien sea” para detener el narcotráfico en la Provincia. “Acá hay dos lógicas. Una, de los trabajos serios en equipo, que la estamos llevando adelante. Y otra, de la mentira falsa, de la red X, del reality show. Con nosotros para eso no cuenten”, aclaró.

“Este enero tuvimos 10% de homicidios menos que en enero del año pasado. El año pasado hubo 18 en ocasión de robo; este año 8”, precisó Alonso para luego destacar el trabajo mancomunado realizado con la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich.

De esta manera, el ministro de Seguridad bonaerense se intentó desligar de las últimas declaraciones que brindó el jefe de Estado argentino, quien había acusado a Kicillof de convertir a la Provincia en un “baño de sangre”.