Ya es oficial: Julio Alak es el nuevo intendente de La Plata. Vuelve al cargo que ocupó durante cuatro mandatos, entre 1991 y 2007. Asumirá el próximo 10 de diciembre en reemplazo del dirigente del PRO Julio Garro, quien no reconoció la derrota y afirmó que apelará la decisión de la Justicia. La diferencia fue de 566 votos a favor del candidato de Unión por la Patria. Mauricio Macri habría dado instrucciones al alcalde Garro para que denuncie un inexistente fraude, con la intención de «ensuciar» el proceso electoral, en el marco de la segunda vuelta presidencial del próximo 19 de noviembre.

Luego de haber aceptado la justicia –y también el candidato del peronismo- la apertura de setenta y nueve urnas pedidas por el actual intendente, la diferencia a favor del candidato peronista no se modificó de manera sustancial. El nuevo pedido de Garro, esta vez de abrir la totalidad de las urnas platenses, fue desestimado por la justicia.

La oficialización de Julio Alak como nuevo intendente fue adoptada por unanimidad por los tres miembros de la junta electoral, el juez Alejo Ramos Padilla, el presidente de la Suprema Corte Sergio Torres y el presidente de la Cámara Federal de Apelaciones, Roberto Lemos Arias.

La junta electoral que integran esos tres miembros aceptó abrir las 79 urnas por el margen acotado de diferencia entre Alak y Garro. Así fue que durante el jueves se hizo el escrutinio, pero el resultado no arrojó una modificación sustancia respeto de los números ya escrutados en el proceso provisorio. En la revisión se encontraron dos urnas sin boletas de ningún partido. Sin embargo, sí estaban las actas correspondientes, que la justicia electoral dio por correctamente firmadas por las autoridades de mesa y por todos los fiscales partidarios, sin observaciones, enmiendas o tachaduras. Aun cuando no se hubiesen contabilizado estas dos urnas que motivaron una campaña mediática de Juntos para “ensuciar” el proceso del escrutinio definitivo, el resultado final con el triunfo de Alak no se modificaría.

La búsqueda de la alianza Juntos por el Cambio de ensuciar el resultado electoral platense se explica en lo sucedido en la mesa de Abasto, en la que faltaron las boletas en el interior de la urna. Dicha mesa pertenece a una escuela donde en todas las mesas restantes ganó el candidato Alak, dentro de una localidad (Abasto) donde también la tendencia fue marcadamente favorable al candidato peronista. El acta y el telegrama de la misma cuenta con las firmas de todos los fiscales presentes, incluido el de Juntos. Además, la cantidad de sobres coincidía con la de votantes y no se observaban alteraciones.

Otro pedido de Juntos por el Cambio fue la apertura de todas las urnas de La Plata. También fue rechazado por extemporáneo: «Más allá de la extemporaneidad del planteo, requerir la apertura de la totalidad de las urnas desnaturaliza completamente el procedimiento electoral y pone en tela de juicio la transparencia de los procesos electorales; extendiendo indefinidamente la finalización del escrutinio definitivo». Más todavía: «Efectuada la apertura de la totalidad de las mesas requeridas, la diferencia inicial entre una otra agrupación no se revierte».

El conteo en sí había finalizado el lunes en el hipódromo. El recuento de nativos, realizado en el Pasaje Dardo Rocha le había dado a Garro una ventaja de 4100 votos, que coincidían con los números que manejaba el entorno de Alak. Desde allí, la atención se trasladó al hipódromo, donde se desarrolló el recuento de votos de migrantes. En esa instancia, Alak logró una diferencia de 4949 sobre su competidor, lo que arrojaba una diferencia neta de 849 votos a su favor.