En consonancia con lo ocurrido en Chascomús meses atrás, cuando desde el Consejo Escolar del distrito se dio “visto bueno” a la decisión de tapar el mural que recordaba a Santiago Maldonado en un amplio paredón perteneciente al Jardín de Infantes Nro. 901 (en lo que configuró un hecho del que las autoridades no dieron debida cuenta, ni rindieron explicaciones consistentes), ahora ocurrió algo similar en la ciudad de San Fernando, siendo en este caso protagonista el legislador porteño libertario, Ramiro Marra.

En el distrito de la zona norte del GBA, dos adolescentes pintaron días atrás un grafiti con la leyenda: «Bienvenido nieto 138». Fue luego de la noticia de la recuperación de la identidad del nieto 138 anunciada por Abuelas de Plaza de Mayo en los últimos días de 2024.

La inaceptable decisión de un dirigente político libertario, como es el caso de Ramiro Marra, se da en el marco de un clima época, que se busca instalar para poner en debate y derribar uno de los acuerdos democráticos más consolidados de los argentinos durante las últimas cuatro décadas, y que tiene que ver con la vigencia de la política de derechos humanos, que incluyen juicio y castigo a quienes ejercieron crímenes de lesa humanidad desde las estructuras del estado en perjuicio de argentinos y argentinas, como también de ciudadanos de otros países –latinoamericanos y europeos- radicados en nuestro suelo.

La fuerza política conducida por el presidente Javier Milei muestra y ejecuta desde su rol de espacio que conduce el Poder Ejecutivo nacional y ocupa distintos lugares de representación democrática, acciones muy claras y evidentes que tienen por único objetivo, derribar esas políticas de derechos humanos, por las que el país es reconocido internacionalmente.

LO OCURRIDO EN SAN FERNANDO

En el distrito de San Fernando, un grupo de militantes de La Libertad Avanza difundieron videos de las dos jóvenes que realizaron la pintada alegrándose por la recuperación de un nuevo nieto que como tal estaba desaparecido hasta diciembre de 2024. Insólitamente, acusaron a ambas mujeres de cometer actos de vandalismo y las agredieron con sus clásicos discursos de odio, a través de las redes sociales y diversas declaraciones, además de tapar la pintada.

GRABOIS FIJO POSTURA

Ante esta situación sucedida, el ex precandidato presidencial Juan Grabois fijó en sus redes sociales posición, afirmando que “no es vandalismo, sino militancia y reivindicación de la vida”. Grabois  no se quedó en comentarios, y comenzó lo que dice será una intensa campaña para reivindicar la recuperación de los nietos, para lo cual realizó un grafiti en las paredes del Jockey Club en San Isidro. La pintada simplemente decía 138 con un corazón al lado y luego la frase: «Son 30000». Celebrar la recuperación de una identidad y ejercer la memoria.

Ante el estupor de todos, y por si hacía falta una confirmación más de que la actitud de La Libertad Avanza en este tema es claramente ideológica y militante en el sentido de buscar la destrucción de las políticas de derechos humanos, este segundo grafiti fue tapado en persona por el propio legislador porteño Ramiro Marra.

Las argumentaciones del libertario son ingenuas y carentes de sentido alguno. Marra dice que se basó para hacer lo que hizo en el Artículo 183 del Código Penal: «Será reprimido con prisión de 15 días a 1 año, el que destruyere, inutilizare, hiciere desaparecer o de cualquier modo dañare una cosa mueble o inmueble o un animal, total o parcialmente ajeno, siempre que el hecho no constituya otro delito más severamente penado».

Pero de los miles de grafiti que se realizan todos los días en la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores eligió ir a tapar ese, el que rezaba “138; bienvenido”.

La confirmación del negacionismo que busca instalar con evidente conducta militante el espacio libertario, es evidente. Quien no lo quiere ver, es porque decide mirar para otro lado.