El ministro de Educación, Nicolás Trotta, desestimó este domingo una posible vuelta de las clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires al señalar que “un regreso a las aulas cuando no están dadas las condiciones puede ser un riesgo de salud para toda la comunidad educativa”.

“No hay que llegar a un punto en el que el Estado Nacional tenga que decir que no, acá hay que correr a la política a un lado y construir datos objetivos a partir del diálogo para definir cuáles son las circunstancias que le puedan dar certeza a la sociedad de que no vamos a estar exponiendo a nuestros chicos y a los docentes, para poder mirarlos a los rostros a los padres y decirles ‘en este momento sus hijos pueden ir a la escuela porque hemos reducido al máximo la posibilidad de contagio’”, remarcó.

Durante una entrevista en C5N, el funcionario explicó que se está trabajando en conjunto para definir los “diferentes parámetros que hay que tener en cuenta” para llegar a ese escenario, aunque aclaró que antes se deberá “debatir también cuál va a ser la mejor propuesta pedagógico para reinstitucionalizar el vínculo” entre los alumnos y el colegio.

Como adelantó Infobae, el Gobierno porteño presentó un proyecto para que unos 6.500 alumnos de diferentes barrios puedan volver al ciclo lectivo de forma presencial en espacios públicos, como parques, plazas y calles, a partir del lunes 28 de septiembre.

En este sentido, el titular de la cartera educativa precisó que este lunes se reunirá con el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, y con sus pares porteños, Soledad Acuña y Fernán Quirós, respectivamente, para “analizar la situación epidemiológica” de la Capital Federal, pero pidió dejar “en claro que no es una cuestión de deseo, es una cuestión de responsabilidad”.

“Nosotros somos promotores del regreso a las aulas, así lo hemos hecho en 5 provincias, pero en tres de ellas tuvimos que retroceder, pasó en San Juan, Catamarca y Santiago del Estero, porque cambió la realidad sanitaria (de esos lugares)”, explicó.

Por esta razón, Trotta se preguntó si “están dadas las condiciones para un regreso seguro a las actividades escolares” en la Ciudad o si hacer eso sería “exponer a nuestros niños, adolescentes y docentes a un riesgo innecesario”.

Además, el funcionario nacional criticó la posición de las autoridades porteñas con respecto a este tema al señalar que “en las otras 23 provincias de la Argentina, la posición que tienen los gobernadores es muy distinta en cuanto a la responsabilidad del cuidado de la salud”.

“Yo creo que el Gobierno de la Ciudad tiene una agenda diferente a la del resto de las jurisdicciones. A mí me cuesta comprender esta necesidad de apurarse para abrir las escuelas cuando hay tanta incertidumbre. Yo me siento responsable de cuidar la salud de todos nuestros estudiantes y docentes”, resaltó.

El ministro de Educación confió en que este lunes va a ser “un día muy importante” porque en la reunión que va a mantener con González García, Quirós y Acuña se va a “tratar de clarificar una mirada única, que es lo que necesita la sociedad argentina, ser claros en cada paso que vamos a dar”.

“El otro día hablaba con el gobernador de Córdoba, con Juan Schiaretti, sobre la posibilidad de la vuelta de las clases en esa provincia, que tiene una realidad epidemiológica mejor a la de la Capital Federal, y él fue claro: hasta que no tengamos la certeza de que no hay riesgo, tenemos que seguir llevando la escuela a la casa de los chicos”, ejemplificó.

Por otra parte, Trotta adelantó que en el 2020 ″no va a haber promoción automática, no es que los chicos van a pasar de año como si nada hubiese pasado», sino que se va a considerar “solo los saberes que han acreditado en este año” y aquellos que no se pudieron cumplir, se van a completar en el próximo ciclo lectivo.

Finalmente, el ministro opinó sobre la calidad de los establecimientos educativos privados y los públicos, y aseguró que “las instancias de evaluación confirman que casi no hay diferencia” entre uno y otro sino que, en realidad, “lo que termina condicionando el resultado final y el aprendizaje es la condición social de los estudiantes”.

“Observamos que en aquellos lugares donde hay mayor desigualdad social, las escuelas de gestión estatal tienen resultados inferiores. Lo que tiene que pasar es que haya mayor presencia en las zonas donde hay más necesidad, porque no solo se debe garantizar el derecho a la enseñanza, sino también a la comida, a los libros, que son herramientas de transformación en las familias”, cerró.