Cosquín Rock virtualVariedad estilística y prolijos shows, pero poco calor y riesgo artístico

Cosquín Rock virtual

Variedad estilística y prolijos shows, pero poco calor y riesgo artístico

10 agosto, 2020 Desactivado Por Germán Costanzo Castiglione

Poco más de 30 grupos y solistas como los mexicanos Molotov y los argentinos León Gieco y Ratones Paranoicos tocaron en el Luna Park, La Trastienda y Teatro Vórterix, en la última jornada del encuentro.

Los mexicanos Molotov, Ratones Paranoicos, Los Cafres, Damas Gratis, Rata Blanca, Él Mató a un Policía Motorizado, Massacre, el rapero Trueno y León Gieco fueron algunas de las tantas propuestas que aportaron hoy variedad estilística al cierre del primer Cosquín Rock virtual e interactivo, que brilló por su despliegue técnico pero careció de calidez y riesgo artístico.

Poco más de 30 grupos y solistas, se repartieron desde las 16 y hasta pasadas las 22, en los porteños escenarios Luna Park, La Trastienda y Teatro Vórterix, en la segunda y última jornada del encuentro, con distintos abordajes estéticos, en un marco en donde la ausencia de público y el despliegue técnico garantizaron un sonido óptimo.

Varios de estos escenarios, en tanto, fueron anfitriones de transmisiones de diez países iberoamericanos, las cuales permitieron tomar contacto con las más variadas expresiones de la música en castellano.

Allí desfilaron los uruguayos de Cuatro Pesos de Propina, los paraguayos Kchiporros, los bolivianos Matamba, los ecuatorianos Guardarraya, los mexicanos Surfistas del Sistema, los españoles Miss Cafeína, los colombianos Monsieur Periné y los peruanos Gaia, entre otros.

En este contexto, en donde abundó la prolijidad, el principal desafío para cada número estuvo en la puesta visual, la capacidad para generar un contacto con la virtual audiencia, el histrionismo o en el riesgo artístico adoptado.

En el plano sonoro, Molotov destacó por la conocida contundencia de su show, al igual que Airbag; Ratones Paranoicos se mostró efectivo con su afianzado estilo personal; Los Cafres y Rata Blanca exudaron excelencia interpretativa; Él Mató a un Policía Motorizado y El Kuelgue sonaron precisos y con mucha imaginación; y Los Espíritus generó un interesante clima.

Por su parte, Damas Gratis, Las Pastillas del Abuelo, Kapanga y Massacre lograron trasladar cierto espíritu festivalero a sus respectivas performances, casi todas ellas basadas en el carisma de sus respectivos líderes.

Algo similar ocurrió con La que Faltaba, la banda liderada por el exbajista de Los Piojos, Micky Rodríguez, quien levantó temperatura con éxitos de su antiguo grupo como «Todo pasa», «Como Alí» y «El balneario de los doctores croto».

También con el líder de Catupecu Machu, Fernando Ruíz Díaz, que al frente de su nueva propuesta Vanthra, echó mano a los clásicos «Perfectos cromosomas», «Magia veneno» y una versión de «El león Santillán», de Los Fabulosos Cadillacs.

Sin embargo, todos los artistas reposaron en la garantía de un sonido óptimo y eligieron moverse en un terrero seguro que asegurara buenas interpretaciones; en vez de aprovechar esa libertad y la ausencia de reacciones inmediatas del público para experimentar texturas o climas.

Tampoco hubo grandes apuestas desde lo visual, más allá de algunas gráficas interesantes, cuidados vestuarios o juegos con imágenes proyectadas desde las pantallas de fondo. En contraposición, hubo casos en donde se transmitió de manera casera, como ocurrió con León Gieco o la argentina radicada en España Rizha.

Curiosamente fue Gieco quien, despojado de todo artilugio, aportó el toque de conciencia social más directo con sus canciones «La memoria», «El desembarco» y «El Fantasma de Canterville».

Todas las restricciones propias del nuevo contexto no fueron impedimento para poder disfrutar de algunas buenas actuaciones y ciertos pasajes en donde hubo algún atisbo de recreación del clima que supone un show en vivo.

Entre los artistas que desfilaron en esta jornada también se destacaron La Joaqui y Trueno, quienes aportaron el rap y los sonidos urbanos al festival; los rosarinos Mamita Peyote, con su pintoresco show de reggae con influencias centroamericanas; y la canción intimista de Zoe Gottuso.

En tanto, la plataforma del festival ofreció un cuarto escenario Alternativo The Roxy, desde donde se transmitieron rutinas cómicas, charlas y stands up, con presentaciones de Dalia Gutmann, Guille Aquino y el escritor Hernán Casciari, entre otros.

En la transmisión de hoy también se pudieron ver los shows de ayer de Attaque 77, Los Tipitos y A.N.I.M.A.L., que no habían sido emitidos de manera completa por problemas técnicos.

La jornada de ayer, en la que este formato hizo su debut absoluto, contó con unos 86 mil espectadores, según informaron los organizadores, y tuvo a Las Pelotas, Los Pericos, Ciro y Los Persas, Agarrate Catalina y Eruca Sativa, como principales atracciones entre otros 30 artistas.

La plataforma también contenía atracciones como galerías de fotos, espacio gastronómico con posibilidad de pedir delivery y meet & greets de fans con artistas; algo que pasó desapercibido para quienes no utilizaron ninguno de estos servicios; a diferencia de lo que ocurre en el festival presencial, en el que los stands y los escenarios están a la vista de todos.

En diálogo con Télam al anunciar su lanzamiento en julio pasado, el empresario José Palazzo contó que esta plataforma «llegó para quedarse» porque continuará activa con la transmisión de históricos recitales a lo largo de los 20 años del Cosquín Rock y aspira a convertirse en una opción, incluso ante un eventual regreso de los espectáculos públicos.

La primera prueba fue óptima a nivel técnico y ofreció una variada grilla. Será el turno entonces de apuestas artísticas que sepan aprovechar el nuevo formato.

Por Hernani Natale