La ya famosa frase gritada por Mauricio Macri en tiempos de campaña electoral, aquella de “no se inunda máaaaass!”, derivó en todo tipo de bromas y memes en las redes sociales. Esto, tras las últimas lluvias de inicio de la presente semana, que anegaron e inundaron no pocos barrios porteños.

Barrios diversos como Villa Crespo, Balvanera, Once y hasta incluso algunos sectores de la elegante Recoleta, terminaron con lugares bajo el agua.

La existencia en este avanzado siglo XXI de todo tipo de aparatos celulares que registran lo que ocurre, termina por desenmascarar el relato macrista sobre las obras realizadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; obras que las hubo, y han sido realmente importantes, pero que lejos están de dar respuesta completa y concreta, a las dificultades que se presentan cuando llueve.

Las líneas B y D de subte también sufrieron las consecuencias del agua y los servicios de ambas líneas empezaron a funcionar con demoras. Desde Metrovías confirmaron que había zonas anegadas. La línea D, que hace el recorrido Catedral-Congreso de Tucumán, además funcionar con demoras, no pudo detenerse durante varias horas en la estación Scalabrini Ortiz.