Un estudio internacional reveló que este sencillo ejercicio isométrico puede reducir la hipertensión de manera comparable a los fármacos.

Un análisis publicado en el British Journal of Sports Medicine reveló que la sentadilla contra la pared, un ejercicio isométrico sencillo y accesible, podría convertirse en una herramienta eficaz para mejorar la presión sanguínea. El estudio incluyó 270 ensayos clínicos con más de 15.800 participantes y fue replicado por medios como The Washington Post.

Los investigadores concluyeron que el entrenamiento isométrico en general permitió una reducción promedio de 8,24 mmHg en la presión sistólica y 4,0 mmHg en la diastólica, cifras similares a las alcanzadas con el uso de medicamentos antihipertensivos. Dentro de las modalidades analizadas, la sentadilla contra la pared resultó ser la más efectiva.

¿Cómo se hace el ejercicio?

El movimiento consiste en apoyar la espalda contra una pared, con los pies a la altura de las caderas y unos pasos hacia adelante. Luego se desciende hasta formar un ángulo cómodo con las rodillas y se mantiene la postura de forma estática durante varios segundos, activando cuádriceps, glúteos, pantorrillas y abdomen.

Una práctica preventiva y complementaria

Los especialistas resaltan que este tipo de ejercicios puede ser beneficioso tanto para personas con presión arterial normal como para quienes presentan prehipertensión o hipertensión ya diagnosticada. Además, remarcan que no reemplaza la actividad aeróbica ni la fuerza tradicional, sino que puede complementarlas y reforzar la salud cardiovascular.

📌 Fuente: La Nación – El inesperado ejercicio que puede mejorar tu presión sanguínea, según los expertos en EE.UU. (16/08/2025).