Recibió el apoyo político de Washington y sorprendió a Wall StreetOferta sorprendente por sus condiciones financieras
6 julio, 2020
La oferta de Alberto Fernández y Martín Guzmán a los bonistas de Nueva York fue avalada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Departamento del Tesoro, y sorprendió a los portfolios managers de los fondos de inversión que leyeron en un comunicado oficial escrito en inglés que sus principales exigencias financieras y legales habían sido satisfechas por el Presidente argentino y su ministro de Economía.
Mientras Guzmán diseñaba una nueva propuesta para acercar posiciones con los acreedores privados, Alberto Fernández utilizó su peso institucional para mantener conversaciones reservadas con Washington que permitieron sumar un fuerte aval político a una oferta oficial que satisface las principales demandas de los fondos de inversión.
El Presidente se comprometió en público y en privado a evitar un juicio por default en Manhattan, y apoyado sobre ese programa de gobierno abrió una ronda de conversaciones de altísimo nivel para tejer una red de contención global ante la magnitud financiera que implica la propuesta argentina que hoy será registrada en la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC).
Fue una estrategia basada en el concepto Quid pro Quo. Alberto Fernández y Guzmán “estiraban” su oferta para lograr la adhesión mayoritaria de los bonistas, y el sistema financiero internacional -a continuación- deberá hacer su parte para apalancar con fondos frescos un relanzamiento de la economía nacional que se apoyará en el consumo, la inversión productiva y la baja impositiva.
En este sentido, el compromiso de Washington consiste en facilitar la negociación con el FMI, empujar créditos blandos del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y potenciar la ayuda multilateral en asociación silenciosa con la Unión Europea. Argentina puede funcionar como leading case a nivel global, y Alberto Fernández aprovechará este eventual escenario para obtener fondos frescos a tasas post pandemia COVID-19.
Alberto Fernández mantuvo conversaciones reservadas con Washington para lograr el aval político internacional a su última oferta destinada a reestructurar la deuda externa
El aval implícito del FMI y el Departamento del Tesoro a la estrategia negociadora de Alberto Fernández y Guzmán significó que se estiren los límites financieros de la oferta que estará vigente hasta el 4 de agosto, aunque es muy probable que ese plazo se estire hasta el 31 de ese mes.
Desde esta perspectiva, Guzmán inició las conversaciones acotado por las recomendaciones de sostenibilidad de la deuda que habían acordado Alberto Fernández y Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional. En esa época, el ministro enfrentaba a los acreedores privados y les repetía como un mantra: “Toman el acuerdo como está, o lo dejan”.
Ese acuerdo establecía un Valor Presente Neto (VPN) de 37 dólares, fijaba una quita formidable de capital e intereses, no reconocía los derechos legales de los bonos Exchange 2005, pagaba cupones recién en 2023 y descartaba abonar los intereses devengados del capital en 2020. Con esa propuesta, Alberto Fernández y Guzmán fracasaron en lograr un acuerdo efectivo con los acreedores privados.
Pese a las críticas de los bonistas y de ciertos influyentes del gobierno que visitan la quinta de Olivos, Alberto Fernández continuó respaldando a su ministro de Economía y en paralelo abrió una sucesión de backchannels para tener opiniones diferentes respecto a la estrategia de negociación. Así el Presidente comprobó que BlackRock estaba durísimo con la propuesta argentina y que si no mejoraba su contenido financiero iba rumbo hacia el iceberg.
Larry Fink, CEO del fondo BlackRock
El Presidente citó a su ministro y le pidió que mejorara la propuesta para los bonistas de Wall Street. Guzmán cumplió con la instrucción de Alberto Fernández y planteó una nueva oferta que terminó de convencer a un número importante de acreedores privados.
Esa iniciativa, que Infobae reveló en exclusiva, ofrece lo siguiente:
- Se reconoce a los titulares de bonos Exchange 2005-2010 sus derechos adquiridos,que serán incluidos sin modificaciones en los nuevos títulos a canjearse.
- El Valor Presente Neto (VPN) de los bonos será promedio de 53,3 dólares por cada lámina de 100 dólares. Y en el caso de los Exchange, alcanzará a 57 dólares de VPN.
- La quita de capital será promedio del 3 por ciento.Y de cero en los bonos Exchange.
- Se reconocerán los intereses devengados del capital al 31 de agosto de 2020 para los titulares que adhieran entre las fechas tope de negociación.
- Se pagarán los intereses del cupón en febrero y agosto de cada año.Esto implica un adelanto temporal, beneficioso para los bonistas, y arrancará en agosto de 2021.
- Se establece el concepto de Minimun Participation: si no se llega a un determinado porcentaje de las CAC´s, no se firma el canje y todo se vuelve a negociar
( Fuente: Infocielo)