La búsqueda de Miguel Bru, el joven desaparecido hace 31 años, continúa siendo una lucha incansable para su madre, Rosa Bru, y para la Asociación Civil que lleva su nombre. Días atrás, la organización informó que los últimos resultados de las pericias forenses realizadas sobre los restos exhumados de dos tumbas en el cementerio de General Lavalle dieron negativos en relación con la identificación de Miguel.

Las pruebas fueron realizadas en el marco de una nueva etapa de la búsqueda, a partir de un testimonio anónimo que sugirió la presencia de los restos de Bru en ese lugar. Los análisis fueron dirigidos por Lisandro Laborde, del Servicio de Análisis Comparativo de ADN de la Asesoría Pericial de La Plata, bajo la supervisión del fiscal Gonzalo Petit, a cargo de la causa en la UFI 3 de La Plata.

Rosa Bru, madre de Miguel, expresó su dolor y frustración tras recibir los resultados negativos. “Una vez más se hace una búsqueda para encontrar a mi hijo sin resultados”, lamentó. El 17 de agosto pasado se cumplieron 31 años desde que su hijo, Miguel Bru, fue secuestrado, torturado y asesinado por miembros de la policía de La Plata en la Comisaría Novena, un crimen que aún sigue marcado por la impunidad.

La búsqueda se reactivó en mayo de 2024, con la exhumación de los restos en el cementerio de General Lavalle. Sin embargo, la noticia más reciente sobre el fracaso de las pruebas genéticas resuena como un golpe más para una madre que ya lleva tres décadas en busca de justicia. “Lamentablemente, tuvimos que esperar más de seis meses para que la Asesoría Pericial de La Plata informara los resultados”, afirmó Rosa Bru, visiblemente afectada por la demora en los informes que llegaron mucho después de lo esperado.

La desaparición de Miguel Bru fue un caso emblemático que marcó la historia de la justicia argentina. En 1999, se logró una condena inédita en la que dos expolicías fueron sentenciados por el homicidio y desaparición forzada del joven. Justo López, uno de los responsables, sigue detenido en la Unidad Penal de Florencio Varela. El otro, Walter Abrigo, también condenado a perpetua, murió mientras cumplía su pena. Sin embargo, a pesar de las condenas, la causa por la desaparición de Miguel Bru sigue abierta.

La fiscalía continúa sin obtener avances concretos, y las búsquedas han sido constantes a lo largo de los años. El último rastrillaje, el número 41, se realizó en mayo de 2024, con la intervención de la Policía Científica, en busca de cualquier pista que permita resolver el caso.