La gestión libertaria se ilusiona luego de haber conseguido aprobar en la cámara alta el proyecto de Ley Bases, que ahora debe volver a Diputados. Expectativa por al menos haber dejado en un segundo plano, todo el escándalo de ineficiencia y corrupción en torno al ministerio de Sandra Petovello, por los alimentos sin distribuir y que se vencieron, más el pago de los sobresueldos millonarios a los funcionarios.

Tras el éxito –parcial, pero éxito al fin- alcanzado en el senado de la nación con la aprobación con modificaciones del proyecto de Ley Bases, el gobierno nacional logró “remontar la cuesta” y al menos correr aunque sea por un tiempo, el foco de atención sobre los escándalos de ineficiencia en la gestión y corrupción, ideas/fuerza que quedaron fijadas en torno a la figura de la todavía ministra Sandra Petovello.

Ahora, por estas horas y gracias al voto desempate de la vicepresidenta Victoria Villarruel –quien tiene el diálogo cortado con el presidente Milei- la gestión libertaria pudo tomar un poco de respiro. Mientras la gran mayoría de los argentinos no lo consigue, agobiados por facturas de servicios impagables que se suman a valores cada día más elevados de los alimentos básicos e ingresos salariales deprimidos al por mayor, en la Casa Rosada respiran con algo de alivio. El ministro Caputo puede mostrar al FMI y demás números de inflación a la baja, además del acuerdo con China para “patear para adelante” el Swap, y por si fuera poco pudo anunciar el desembolso de dinero del fondo para fortalecer reservas.

Como los motivos de festejos son efímeros en una realidad de inestabilidad permanente, la agenda de la Ley Bases tiene ahora su inminente realidad, otra vez, en la Cámara de Diputados. No es oficial, pero todo indica que el 28 de junio será el día de sesión, donde el oficialismo intentará incluso retrotraer si no todas, al menos la mayoría de las modificaciones incorporadas al proyecto por parte de los senadores. Habrá que ver cómo termina todo.

LOS OBJETIVOS DEL GOBIERNO EN EL CONGRESO

Mientras tanto, el gobierno –con un ministro Guillermo Francos claramente fortalecido – busca proyectar sus próximos pasos en el Congreso, con nuevas iniciativas.

Si bien Martín Menem sostuvo que se intentará en Diputados insistir en la suba de Ganancias y la rebaja en Bienes Personales, se esperan nuevos proyectos a debatir en los dos recintos del Parlamento relacionados a la Educación y al panorama judicial.

En primer lugar, el presidente de la Cámara de Diputados sostuvo que están “trabajando en una agenda legislativa amplia”, por lo que una nueva negociación con los legisladores se pondrá en marcha.

La oposición aún no dio el brazo a torcer y no firmó el dictamen del diputado Alejandro Finocchiaro sobre la declaración a la educación como un servicio esencial. La estrategia tendría por objetivo disminuir el impacto de los paros docentes y la ausencia de los menores en las aulas.

El gobierno buscar “declarar la Educación como Servicio Estratégico Esencial en todos los niveles y modalidades comprendidos en la obligatoriedad escolar, para garantizar la protección y promoción integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes en el cumplimiento efectivo del ciclo lectivo completo”.