El escándalo por corrupción que golpea a la ministra Sandra Petovello, y a través de esta de forma directa al propio presidente Milei, está lejos de aplacarse. Ahora, tras una semana cargada de denuncias penales, se conoció la renuncia de Fernando Szereszevsky, jefe de Gabinete y amigo personal de la ministra.

El presidente Milei y su círculo más cercano, tuvo en las últimas horas un nuevo golpe a su intento de sostener a como de lugar a la ministra de Capital Humano Sandra Petovello, en su cargo. Con varios “amagues” de renuncia en los últimos meses, la persona de mayor confianza del presidente (junto con su hermana Karina) no logra despegarse del escándalo y las denuncias que debe afrontar, tanto por las toneladas de comida que no distribuyó en tiempo y forma, como por los ñoquis y sobresueldos millonarios que pagó durante meses.

El mega ministerio que Milei le armó a su amiga personal –una ex productora televisiva sin ninguna experiencia previa en la función pública- está poco menos que desintegrado. Lo último que se conoció es la renuncia del Jefe de Gabinete Fernando Szereszevsky, el funcionario de mayor cercanía con la ministra y su soporte emocional.

Szereszevsky volverá ahora a su actividad habitual: ser el manager de la banda de rock nacional Los Ratones Paranoicos.

La salida de la virtual “mano derecha” de la ministra es un eslabón más de una larga cadena de renuncias: fue cesanteado y acusado en la justicia por corrupto Pablo de la Torre, luego de lo cual presentó su renuncia toda la “línea” del área de desarrollo social ministerial. Pero además también renunció el gabinete entero de Educación, afectado por el mismo escándalo de los contratos opacas con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).

A esta altura de junio, nadie descarta que Petovello, agobiada por los escándalos y las denuncias, pueda terminar colapsando y presentando su renuncia. Es que la novel ministra tiene ya tres denuncias penales en sus espaldas, una de las cuales pide que la investiguen como posible jefa de una asociación ilícita.

(Fuente y foto: La Política On Line)