La dieta intuitiva desafía la cultura de la dieta y la obsesión por el peso.

La alimentación intuitiva es una opción prometedora para aquellos que desean perder peso sin caer en las restricciones habituales de las dietas convencionales. ¿Cómo funciona este método y qué beneficios saludables ofrece?

Este enfoque alimenticio fomenta una relación más saludable con la comida, alejándose del concepto de alimentos «buenos» o «malos». En lugar de contar calorías o restringir grupos alimenticios, la alimentación intuitiva promueve la autoconciencia y la confianza en las señales internas de hambre y saciedad.

¿Querés conocer este método que te permite perder peso sin renunciar al placer de comer? ¿Te gustaría aprender cómo escuchar las señales de tu propio cuerpo para tomar decisiones alimenticias más saludables? Descubrí la alimentación intuitiva.

Alimentación intuitiva: ¿de qué se trata?

Según un artículo del medio Saber Vivir, en lugar de centrarse en el control del peso, este método se concentra en mejorar la relación que tenemos con la comida, el cuerpo y la mente.

Nos invita a alejarnos de los horarios estrictos y las restricciones alimenticias para aprender a escuchar lo que nuestro cuerpo realmente necesita.

Lo ideal para poner en práctica la alimentación intuitiva es hacerlo siempre en compañía de un profesional especializado que pueda, además de acompañarte en tu camino de reconciliación con la comida, asesorarte y darte una mejor educación nutricional.

Si querés empezar a poner en práctica la alimentación intuitiva por tu cuenta, estas son algunas de sus claves fundamentales:

• Olvidate de las dietas: la alimentación intuitiva desafía la cultura de las dietas al dejar de lado el enfoque en el peso, las calorías y los mitos sobre la comida. Es hora de liberarse de las restricciones y empezar a escuchar las necesidades reales de tu cuerpo.
• Abrazá el hambre: en lugar de ver el hambre como un enemigo a vencer, reconocelo como una señal natural de tu cuerpo que indica la necesidad de energía. Aprendé a escuchar y responder a las señales de hambre de manera consciente y respetuosa.

• Hacé las paces con la comida: cambiá tu relación con la comida al dejar de lado la idea de que algunos alimentos son buenos y otros son malos. La comida no debe ser un premio ni un castigo, sino simplemente combustible para tu cuerpo. Aceptá y disfrutá de todos los alimentos sin culpa ni restricciones.

• Decile basta a la voz de tu cabeza: la «policía alimentaria» interior, esa voz crítica que nos regaña por nuestras elecciones alimenticias, debe ser silenciada. Dejá de castigarte por lo que comes y aprendé a confiar en tus propias decisiones alimenticias sin juicios ni culpas.
• Volvé al placer: reconectá con el placer de comer al dejar de lado la obsesión por contar calorías y sentir culpa. La comida es una fuente de satisfacción y placer, y es importante permitirse disfrutar de ella sin restricciones mentales.

La alimentación intuitiva y la pérdida de peso: la dieta saludable sin reglas

El principal punto de aplicar la alimentación intuitiva en tu vida pasa por dejar de lado el concepto del peso. El objetivo de este enfoque nutricional no es adelgazar ni bajar de peso, sino mejorar tu relación con la comida.

De todas formas, es muy probable que, aplicando este tipo de alimentación, termines bajando de peso. Al parar de comer cuando no tenés hambre, comprender las señales de saciedad que te envía tu cuerpo y aprender a elegir los alimentos que más energía te proporcionan, conseguirás evitar muchas de las conductas que te llevaron a ganar peso.

Por lo tanto, y aunque nunca es el objetivo principal de la alimentación intuitiva, puede perderse peso al ponerla en práctica.

(Fuente: https://www.cronista.com/)