memoria, verdad y justicia24 de marzo y la renovación de un pedido latente
25 marzo, 2024
Este domingo se cumplió el aniversario número 48 del último golpe cívico militar de 1976 y en conmemoración al Día de la Memoria, Verdad y Justicia, la Regional Balcarce de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, llevó adelante como cada 24 de marzo un nuevo acto dedicado a tener siempre presente en la memoria a aquellos que aún hoy, casi 50 años después, no se sabe dónde están.
Como cada año, la APDH colocó su bandera representativa en la plazoleta frente a la Estación de Policía Comunal. Los intérpretes, de espaldas al monumento al General José Félix Uriburu, no es casual, llevan adelante una protesta interna de un pedido que se realizó en reiteradas ocasiones: la remoción de ese monumento en pos de reivindicar los derechos humanos.
Para el inicio del acto, quien condujo la actividad, fue el secretario de la APDH, Juan Fraiz: “como cada año, lo hacemos recordando cada 24 de marzo, a 48 años del golpe genocida que instalara la dictadura más cruel vivida por nuestro país y que se prolongara durante siete años, recordamos a los 30 mil y a aquellos detenidos desaparecidos, en especial de nuestra ciudad de Balcarce”, comenzó el propio Fraiz.
Posteriormente, fue relatando en el recuerdo de aquellas personas de nuestra ciudad y la zona que fueron secuestradas y asesinadas durante la última dictadura militar. También se hizo mención a los desaparecidos: una de ellas es la figura de Luis Conti, quien integró el Teatro Independiente de la vecina localidad de Mar del Plata.
Tras el relato, Fraiz, remarcó: “recordamos a las víctimas de nuestra ciudad que fueron varias, de la dictadura genocida implantada en 1976. Para todos ellos nuestro recuerdo”.
DOCUMENTO
Seguidamente se procedió a la lectura de un documento de la Regional Balcarce de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos: “las Fuerzas Armadas argentinas usurparon el gobierno. Implantaron la libertad de mercado y anularon los derechos políticos. Decretaron la libertad de capitales, restringieron los derechos laborales y sindicales. Fomentaron el capital financiero y diezmaron la industria y las fuentes de trabajo. Achicaron el Estado y multiplicaron la deuda externa. Hablaron de paz, pero instalaron el miedo”.
Y continúa: “hablaron de moral, pero consolidaron el terrorismo de Estado. Invocaron a la patria, pero persiguieron, desaparecieron, torturaron y violaron a los seres humanos que la constituyen. Prometieron matar a los subversivos, luego a sus colaboradores, después a sus simpatizantes, enseguida a los indiferentes y finalmente a los tímidos. Y mataron. Varios grandes empresarios ayudaron. Aportaron información sobre trabajadores, facilitaron su detención en los lugares de trabajo, militarizaron las fábricas, infiltraron agentes de inteligencia, cedieron instalaciones propias para la creación de Centros de Detención y Tortura. Varios jerarcas de la Iglesia, bendijeron”.
El texto, prosiguió: “los dueños de casi todos los medios de comunicación, colaboraron. El Poder Judicial, acató. Muchos políticos participaron. El Departamento de Estado, avaló. Algunos líderes de diferentes organizaciones, traicionaron. Parte de la ciudadanía, consintió. Siete años después, se fueron. La resistencia popular y su propia torpeza, lo hicieron posible. Eliminaron a 30 mil de los mejores y lograron imponer su plan económico y social en beneficio de algunos grupos empresarios. Dejaron a su República deteriorada, la cultura empobrecida y la educación precarizada. Dejaron varios centenares de muertos en Malvinas, tras su aventura improvisada. Dejaron al pueblo pauperizado y a la Nación endeudada”.
Más adelante, el texto resalta: “con la llegada de la democracia formal, varios de los responsables directos de los horrendos crímenes fueron procesados. Parte de ellos juzgados y unos cuantos, condenados. Otros murieron y algunos, aún esperan sentencia. Casi todos los civiles permanecen impunes”.
Y puntualiza: “medio siglo más tarde, otra vez llegaron al gobierno, personas parecidas. Con engaño y sin uniforme. Otra vez implantan un plan neoliberal. Otra vez, dañan a la industria y quitan fuentes de trabajo. Otra vez, padecen la salud pública, la educación y la cultura. Otra vez, la Corte adormece y los jueces protegen. Otra vez se levantan teorías que privilegian los bienes por sobre las personas. Otra vez se profundiza la pobreza, otra vez, se endeuda al pueblo. Otra vez, planean apoderarse de nuestros recursos naturales. Otra vez, se reprime la protesta social. Nuevamente el gobierno, pretende consolidar un modelo extractivista, agropecuario exportador y sumiso al imperio y al gran capital concentrado internacional”.
En paralelismos con el gobierno de Javier Milei, precisa: “nuevamente el gobierno se ha convertido en gestor del poder económico. Nuevamente el gran capital concentrado, recuperó los resortes del Estado que perdiera parcialmente, pocos años atrás. El gobierno nacional, facilita el incremento de los precios de la canasta alimentaria, despide empleados, disminuye los ingresos de los jubilados, reduce la capacidad de compra de las asignaciones de la seguridad social, suspende la entrega de medicamentos oncológicos, congela el monto del Plan Potenciar, suspende la obra pública, desregula los alquileres. El gobierno nacional, quita alimentos a comedores populares, triplica el precio de los combustibles, multiplica el precio de la electricidad, del gas y del transporte, elimina el Fondo de Incentivo Docente, aleja los medicamentos del alcance popular, desfinancia las universidades, ahoga a las obras sociales, asfixia a las provincias, destruye el mercado interno y aumenta el endeudamiento familiar”.
En esa línea, agrega: “el gobierno nacional, pretende reducir derechos laborales, evitar jubilaciones, quitar fondos a la salud, la educación y la cultura, aplicar impuestos a parte de los trabajadores, privatizar el sistema previsional, terminar con las políticas de género, entregar las empresas públicas al empresariado privado, dilapidar nuestros recursos naturales, apagar los medios de comunicación públicos y desacreditar, debilitar y domesticar a los sindicatos y organizaciones sociales”.
Por otra parte, suma: “el gobierno nacional intenta acallar las protestas sociales con el miedo y la represión. El gobierno nacional está violando los derechos a la salud, al trabajo, a la vejez digna, a la educación, a la protesta, a la cultura, a la libertad de expresión y a la paz social. Parte de la ciudadanía, asiente. Parte del empresariado, tolera. Parte de la oposición, consienten. El pueblo sufre, las PyMES temen, las grandes corporaciones, gozan. La pobreza aumenta, la incertidumbre también. Prometen ser, al mismo tiempo: la Francia de hoy, y la Argentina de 1896. Vivimos días de incertidumbre, de intolerancia, de restricciones, de engaños, de angustias, de amenazas y de autoritarismo, que afectan a la dignidad humana. Observamos una mezcla de locura, improvisación, goce y crueldad. Convivimos con una avalancha de odio, desperdigada desde el poder. Hace que mucha gente acepte estar mal, en tanto, sus enemigos políticos, estén peor”.
Por último, puntualiza: “rechazamos el desfinanciamiento de las políticas de Derechos Humanos, repudiamos el vaciamiento de los programas y áreas del Estado destinadas a la promoción de los derechos. Condenamos los intentos de liberación de genocidas y el negacionismo del terrorismo de Estado, la reivindicación de las FFAA en los años ’70 y la Teoría de los Dos Demonios. Una vez más, se alza el ejemplo de valor de las Madres y las Abuelas, en su demanda de justicia ante los poderosos.
A 48 años del golpe más sanguinario, la ultraderecha autoritaria gobierna nuevamente nuestro país, nuestra democracia está violentamente condicionada. Desde la Regional Balcarce de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, llamamos a generar conciencia, a organizar la resistencia pacífica y a fortalecernos para superar la pesadilla y construir una sociedad con igualdad, justicia, libertad, dignidad, democracia real y solidaridad, valores por los que vivieron, lucharon, y sufrieron nuestros 30 mil. No hubo guerra, hubo genocidio. Memoria, verdad y justicia. 30 mil detenidos desaparecidos, presentes”, concluye el documento.
MÁS EXPRESIONES
Durante la jornada tuvieron lugar otras expresiones, por ejemplo del Colectivo de Artistas Independientes de Balcarce, quienes también leyeron otro documento alusivo a la fecha; miembros de organizaciones sindicales y sociales también se sumaron al acto con sus palabras y hubo también espacio para la música y la lectura de poesía, enmarcadas, claro está, en un nuevo aniversario de la dictadura militar.
(FUENTE: https://eldiariobalcarce.com.ar/)