Además de Omar Perotti participaron del encuentro con Nardelli, que encabezó el jefe de Estado, el ministro de Producción, Matías Kulfas; su par de Agricultura, Luis Basterra, y la secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra.
Omar Perotti sostuvo que tanto su provincia como la Argentina «en general» son «jugadores internacionales de mucho peso en lo que es la elaboración de alimentos y transformación de materia prima».
Reseñó que el Presidente fue «muy claro» en su objetivo de «rescate de la empresa», aunque aclaró que del «diálogo» surgió que «si aparecen alternativas superadoras, está dispuesto a escucharlas».
Alberto Fernández anunció esta semana la intervención de la compañía, que afronta una deuda certificada de casi 100 mil millones de pesos, y la posible expropiación de la firma, que debería ser tratada por el Congreso Nacional.
El gobernador santafesino adelantó además que mañana los integrantes de la empresa se reunirán con Gabriel Delgado, el interventor designado por el Poder Ejecutivo, y con directivos de YPF para «analizar algunas de estas alternativas».
«El Presidente ha dado instrucción de que el interventor tenga la instancia de colaboración de todo el personal de gerentes actuales, para que no exista impedimento o burocracia que demore el normal funcionamiento de la empresa», subrayó.
El último lunes, el Presidente había anunciado la intervención de Vicentin y el envío de un proyecto de ley al Congreso para la declaración de la utilidad pública y la expropiación de la cerealera, que en diciembre pasado entró en cesación de pagos.
Un día después se publicó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 522/2020 en el Boletín Oficial, que estableció la intervención, y funcionarios del Ministerio de Desarrollo Productivo viajaron a la localidad santafesina de Reconquista para reunirse con el juez en lo Civil y Comercial Fabián Lorenzini, quien lleva adelante el concurso de acreedores.
Alberto Fernández había comentado que tuvo «una muy buena charla con Sergio Nardelli, uno de los dueños de Vicentin», a quien le dijo que lo que buscaba el Gobierno era «preservar la empresa en manos argentinas«.
Esto «no debería ser motivo de pelea porque lo que estamos haciendo es rescatar a una empresa de la quiebra«, subrayó.