Las autoridades del distrito están preocupadas por la situación de quebranto en que quedó la comuna tras la gestión de Martín Yeza, y porque la temporada de verano parece será sumamente floja. En este sentido, el actual intendente Martín Ibarguren (ex secretario de Turismo) habló de que será un verano «de fines de semana» y encendió todas las alarmas en el sector hotelero y gastronómico.

Tras lo que fue la histórica definición de la última elección de intendente en Pinamar, que se terminó resolviendo tan sólo por un voto de diferencia a favor de Juan Ibarguren (Juntos por el Cambio), la atención está centrada en el distrito costero, por su delicada situación económica y social.

Luego de meses de conflictividad con los trabajadores municipales, que se expresaron reclamando por sus derechos con numerosas marchas y acampes, el panorama está lejos de ser el mejor. Los propios actuales funcionarios reconocen el delicado estado económico que afronta la comuna. Si bien no pueden señalar abiertamente como responsable al ex intendente Martín Yesa (hoy diputado nacional del Pro) lo cierto es que lo dejan entrever de forma bastante clara, aún a pesar de haber sido ellos mismos funcionarios del anterior gobierno.

El flamante intendente Ibarguren brindó días atrás una conferencia de prensa, en la que indicó que su administración busca aplicar recortes en distintas áreas con la intención de reducir el gasto. “El municipio no está fundido” dijo Ibarguren, pese a lo cual –casi en un idioma calcado al del presidente Milei- señaló que no había dinero en las arcas.

Más allá de las declaraciones, lo cierto es que estuvieron ausentes las precisiones numéricas, y para nada fue claro el alcalde sobre el estado real de las cuentas municipales.

PREOCUPANTE PANORAMA TURISTICO

En medio de este panorama, la preocupación es también creciente por lo floja que arrancó la temporada de verano. El actual intendente –que fue el secretario de Turismo hasta el 10 de diciembre- habló sobre la baja de las reservas y alquileres de cara a la temporada de verano. Reconoció Ibarguren la preocupación de los empresarios pinamarenses del sector hotelero y gastronómico, que ya no esconden la caída sustancial de reservas para enero y febrero.

Al respecto, en las últimas horas Ibarguren indicó que los niveles de reservas están en torno al 60% y que desde su punto de vista será un verano con demanda espontánea, es decir que el turismo llegará sobre le fecha y en algunos casos sin reservas, estimando que será una temporada “de fin de semana”.

(Fuente: www.pinamardiario.com.ar)