Historias xeneizesMaradona, la Puerta 12 y hasta un reto a duelo, en el libro «Siempre junto a Boca»
12 octubre, 2023
Osvaldo Spataro, ex tesorero del club entre 1985 y 1995, rescata anécdotas de su paso como dirigente. «Cuando llegamos con Antonio Alegre Boca vivía la crisis más profunda de su historia y estaba al borde la quiebra». Spataro, además, fue clave en el regreso de Maradona en 1995.
El regreso de Diego Maradona a Boca en 1995, la tragedia de la Puerta 12 de 1968 en la cancha de River y hasta el recuerdo de un reto a «duelo» en el seno de la comisión directiva boquense son las anécdotas salientes del libro «Siempre junto a Boca» presentado por Osvaldo Spataro, ex tesorero del club entre 1985 y 1995.
«Este libro es en parte autobiográfico, pero además era una asignatura pendiente para dejar testimonio de tantas anécdotas buenas y no tan buenas de mi paso por la dirigencia del club de mi vida; que es Boca», reveló Spataro en diálogo con Télam.
El dirigente llegó a la tesorería boquense en enero de 1985 cuando tenia 35 años se mantuvo durante una década, hasta 1995, en épocas de la presidencia de Antonio Alegre y compartió «mesa directiva» junto a Carlos Heller y Jesús Asiaín, entre otros, antes del desembarco de Mauricio Macri en el club de La Ribera.
«Cuando llegamos a Boca con Antonio (Alegre) el club vivía la crisis más profunda de su historia y estaba al borde la quiebra. Con ingenio, mucha pasión y muchísimo esfuerzo logramos salir a flote», admitió el autor del libro en la charla con Télam.
En las 165 páginas de su pieza, que lleva el prólogo del ex entrenador xeneize Carlos Aimar, el ex directivo contó anécdotas repartidas en sus 22 capítulos entre los que se destacan «La Puerta 12» donde el autor recuerda cómo pudo sobrevivir a la tragedia ocurrida en la cancha de Ríver en 1968 que se cobró la vida de 71 espectadores que habían asistido a ver un Superclásico que termino 0 a 0.
«Ese día el 23 de junio de 1968 – escribe Spataro- estuve cerca de la tragedia de la Puerta 12 en el Monumental. La tarde había empezado con una gracia de «Rojitas» sacándole la gorra a Amadeo (Carrizo) y en las tribunas se cantaba: «Se va a acabar, se va a acabar la dictadura militar».
Spataro recuerda: «Estaba en la popular con mi primo Rubén y cuando fuimos a la salida, la escalera de esa tronera estaba repleta y salimos por otra puerta que encontramos de casualidad. A la llegada a mi casa de Villa del Parque mi vieja estaba en la puerta desesperada. No sabíamos nada de lo que había pasado. La rapidez de la información no era la de hoy y, cuando me enteré, no podía creerlo; siempre pienso que tal vez pude perder la vida aquella tarde».
En otro de sus capítulos de su libro Spataro cuenta algunos detalles de la vuelta de Diego Maradona a Boca y el regreso del «Diez» con la azul y amarilla ante Corea del Sur en 1995 en una gira boquense por Asia.
«Me tocó presidir la delegación que fue en esa gira en la que jugamos en Seúl fue el 30 de setiembre de 1995 y fue el día en que volvió Maradona a jugar en después de su sanción por doping en el Mundial de Estados Unidos 1995», dice Spataro a Télam.
El ex tesorero de Boca recuerda: «Cuando me encontré con Diego en el hotel de Seúl, le pregunté por el penacho amarillo en su cabello pintado de azul y Maradona me respondió que era para que Daniel Passarella supiera que todavía existía y que él no lo convocaba a la selección argentina».
En otro de los capítulos, el libro revela también -bajo el título «Reto a duelo en la Comisión Directiva»- cuando Oscar Magdalena, exvicepresidente del club, retó a duelo al propio Spataro: «Magdalena había elegido hasta a sus padrinos (el Coronel fulano y el señor tal) para dirimir una discusión; me parecía algo desopilante pero ocurrió; aunque después Magdalena (el retador) se disculpó a los dos días y todo terminó en nada».
El ex dirigente boquense recuerda también en su libro el día en que a Boca quisieron pagarle con dólares pero de Liberia en la gira por ese país africano que «obviamente» quedó trunca, o la vez en que luego de un partido en Los Angeles le pagaron el «cachet» de 50.000 dólares de entonces (1989) con billetes de 10 y 20 dólares estadounidenses.
«Cuando fui a cobrar el cachet del partido -escribe Spataro- me dieron una bolsa con billetes de 10 y 20 dólares, pero cuando los fui a cambiar el banco se los quedó hasta investigar si no se trataba de plata «sucia» proveniente del lavado o de la droga; al otro día me dieron un cheque y lo pude cobrar. Me parecía increíble, pero después lo entendí».
El libro «Siempre junto a Boca» revela además otras historias de aquella década vivida por Spataro al frente de la tesorería del club entre las que aparecen también el reacondicionamiento de La Bombonera, la compra definitiva de los terrenos de Casa Amarilla y el recuerdo de los planteles de esos años con figuras como Diego Maradona, Claudio Caniggia, el «Mono» Carlos Alberto Navarro Montoya, Blas Giunta, Alberto «Beto» Márcico y Juan Simón, entre otros.
FUENTE:TELAM