En la década de 1880Argentina propuso en tres oportunidades un arbitraje internacional por las Malvinas

En la década de 1880

Argentina propuso en tres oportunidades un arbitraje internacional por las Malvinas

24 abril, 2023 Desactivado Por Germán Costanzo Castiglione

«Tanta era la seguridad que Argentina tenía sobre su posición que estaba dispuesta a que un tercero imparcial dirimiese la disputa», dijo a Télam Facundo Rodríguez, el coordinador del Consejo Consultivo sobre temas vinculados al Atlántico Sur de la Cancillería.

El coordinador del Consejo Consultivo sobre temas vinculados al Atlántico Sur (Casur) de la Cancillería, Facundo Rodríguez, reseñó que la Argentina estaba «tan confiada» de sus justos derechos soberanos sobre las Islas Malvinas que ya tras la usurpación, en 1833, y nuevamente en la década de 1880, propusqo ir a un arbitraje con el Reino Unido para resolver la controversia, instancia a la que, afirmó, los británicos se negaron «sistemáticamente».

«Tanta era la seguridad que Argentina tenía sobre su posición que estaba dispuesta a que un tercero imparcial dirimiese la disputa. Y no solamente fue en esa ocasión sino que en la década de 1880, Argentina vuelve a ofrecer en al menos tres ocasiones distintas el arbitraje internacional para resolver esta controversia. Algunos de estos ofrecimientos se encuentran en la primera tanda de documentos que hemos publicado el año pasado», señaló Rodríguez en una entrevista con Télam.

El funcionario, al referirse al arbitraje ofrecido por la Argentina ya desde el principio de la controversia, aclaró que el Reino Unido «sistemáticamente se negó a este u otros modos de solucionar la disputa de soberanía» y «en la actualidad continúa negándose a cualquier tipo de discusión de soberanía».

Rodríguez fue consultado por Télam acerca de los documentos históricos publicados recientemente por el Gobierno argentino (argentina.gob.ar/malvinasnosune, y los revelados el año pasado con motivo de los 40 años de la guerra de Malvinas), que revelan circunstancias inéditas, como la propuesta de arbitraje sobre la que indagó en aquel momento el embajador argentino Manuel Moreno, tras conocer la usurpación de las Malvinas en 1833, y el ofrecimiento de este método de solución de controversias llevado a cabo por el canciller Francisco Ortiz, en 1884.

Los documentos pueden ser consultados libremente y su publicación responde a la decisión del Gobierno argentino de ofrecer al mundo los escritos históricos que atestiguan sobre la soberanía argentina sobre las Malvinas, Sandwich y Georgias del Sur, usurpadas por los británicos en 1833.

Al respecto, el coordinador del Casur sostuvo que el Reino Unido «apela a argumentos no jurídicos y al uso de la fuerza para el mantenimiento de esta anacrónica situación colonial», y añadió que la «base que tiene hoy en el Atlántico Sur responde a esa postura».

«A lo largo de los más de 190 años de la disputa de soberanía, el Reino Unido ha evitado discutir la cuestión jurídica de fondo, los títulos de soberanía sobre las islas, y ha sostenido su posición en el hecho de tener la posesión de facto de las islas», reafirmó Rodríguez.

«A lo largo de los más de 190 años de la disputa de soberanía, el Reino Unido ha evitado discutir la cuestión jurídica de fondo, los títulos de soberanía sobre las islas, y ha sostenido su posición en el hecho de tener la posesión de facto de las islas»

Por eso, apuntó que los británicos con su «poderío militar y económico, al ser una de las principales potencias, la principal potencia colonial de la época, frente a un joven Estado recientemente independizado como era Argentina, lo único que hicieron fue mantener su posición basada en la fuerza, guarnecer las Islas y traer habitantes de la metrópoli a habitarlas al tiempo que evitaba que Luis Vernet y la población argentina que había sido expulsada pudiese retornar a sus hogares en Malvinas».

«Mientras, a su vez, se negaba sistemáticamente a negociar con Argentina la solución a esta disputa de soberanía. Esto es lo que estos documentos demuestran; desde 1833, desde el momento primigenio en que la Argentina toma conocimiento de la usurpación británica, decidió protestar y avanzar por la vía diplomática y del diálogo con el Reino Unido y no apelar a la fuerza», insistió el funcionario.

Paz, diálogo y buena voluntad

En esa línea, fundamentó que la Argentina decidió «apelar a la paz y al diálogo y a la buena voluntad del Reino Unido y esto se demuestra en estos documentos, cómo le  informan y ordenan a Manuel Moreno que tiene que llevar esta cuestión desde el punto de vista diplomático e incluso le dan a entender la posibilidad que indague si es posible un arbitraje internacional con el Reino Unido».

«Es decir -explicó Rodríguez-, Argentina no sólo apelaba al reclamo sino a una de las herramientas básicas que el derecho internacional ofrecía y ofrece hoy por hoy para la solución pacífica de las controversias, que es justamente un arbitraje internacional, es decir que un tercero dirima cuál de los dos Estados tiene razón sobre la cuestión de fondo».

Los documentos que se publican en la web «Documentos históricos de la Cuestión Malvinas» -ahora accesibles para cualquier ciudadano del mundo-, citan que Francisco Ortiz, el ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la presidencia de Julio Argentino Roca, procuró en la década de 1880 «reiniciar el diálogo con el Reino Unido respecto de la solución de la controversia de soberanía por las Islas Malvinas» y volvió a ofrecer el arbitraje para su solución.

«El 30 de mayo de 1884 -precisa un párrafo de los documentos sobre Malvinas- le comunicó al representante británico en Buenos Aires, Edmund Monson, que el Gobierno argentino reiteraba, una vez más, su reclamo por el archipiélago y señalaba al representante británico que confiaba en que dicha cuestión podía ser resuelta fácilmente por los medios pacíficos de solución de controversias. En este caso, proponía un arbitraje».

Simultáneamente, se señalaba en esos textos que «esto era posible, máxime al haber demostrado el Reino Unido tan buen ejemplo aceptándolo en otras cuestiones».

«El británico dio cuenta de esto a las autoridades del Foreign Office, quienes le indicaron responder que no surgiría nada bueno de ese intento», sostiene el documento.

Otro de los textos diplomáticos reafirma que «sin embargo, a comienzos de 1885, Ortiz, por encargo directo del presidente Roca, volvió a plantear al diplomático británico la voluntad argentina de alcanzar una solución amistosa que le pusiera fin a la discusión respecto de la soberanía sobre las Islas Malvinas».

«En su nota -se indica-, el canciller argentino desestimó la protesta británica y expuso a través de un largo memorándum los fundamentos que tenían los derechos argentinos y el estado de la disputa de soberanía, y propuso nuevamente el empleo del arbitraje para alcanzar la resolución definitiva de la controversia. Al tomar conocimiento en Londres de la nota y del memorándum de Ortiz, el Gobierno británico recomendó no dar ninguna respuesta formal e instruyó para que evitara cualquier discusión al respecto».

 

FUENTE:TELAM/Por Fernando Ramírez