La mamá de la nena que juega en el equipo que fue sancionado por ponerla en la cancha relató a Télam que el club dejó la decisión en manos de los compañeros y ellos decidieron que siga jugando aunque no puedan subir en la tabla.

“Después del anuncio de la quita de puntos, el club dejó la decisión en manos de los chicos. Ellos dijeron que ella es una más del equipo. La eligieron a Paula por sobre los puntos”, cuenta Gabriela, la mamá de la nena de 10 años que integra  el equipo masculino infantil de la categoría 2012 del Club Cañuelas. Fue después de que tras jugarse 12 fechas en la número 13 y, por protesta del rival, la Liga de Buenos Aires decidió quitarle los puntos al club por haberla incluido en el plantel.

“Ella viene entrenando en un equipo mixto y no es la única nena. Solo que cuando hubo que hacer el fichaje para la Liga, por condiciones físicas y otras cuestiones, el club solo anotó a Paula, pero tuvo que mandar sus datos y su DNI”, relató Gabriela, la mamá de la nena  que entró en las canchas del club siguiendo los pasos de su hermano mayor Bruno.

Gabriela recordó que, después de que el equipo jugó la fecha 13, el club citó a los papás de la categoría a una reunión. “No fuimos porque nos olvidamos, y después los otros papás nos contaron que por un reclamo del equipo rival de que una nena jugó en contra de lo que dice el reglamento, la Liga decidió descontar los puntos de todos los partidos en los que había jugado Paula”, sintetiza la mamá de la nena que es fanática de Messi y tiene en Cañuelas a dos referentes de la primera división del femenino: Martina Iraola y Martina Cuarenta.

La familia de Paula reconoce que el reglamento de la Liga en su artículo 12 habla de “equipos de varones” pero argumenta:  “Cuando la inscribieron a Paula junto al resto del equipo se presentó su DNI, ficha médica, certificados y jamás hubo un rechazo. En la previa de cada partido también se presenta el DNI y todos los jugadores, incluida Paula, firman una ficha. Los árbitros, que son los que envía la Liga, siempre estuvieron al tanto de la participación de ella en la cancha y nunca lo objetaron. Nunca se truchó un DNI ni se falseó su identidad. Por eso es injusto que ahora salgan con este planteo”. Luego explica: “Con el paso de las fechas y que no hubo objeciones, el club asumió que el reglamento se había modificado”.

El desenlace de la historia, al menos por ahora, es que Cañuelas optó por dejar que los chicos decidieran la conformación del plantel. Previsiblemente, eligieron seguir jugando con su compañera. “Me emociona pero no me sorprende- le asegura Gabriela a Télam- Mi hijo Bruno juega desde hace años y conocemos los valores que transmite el club».

El domingo Paula volvió a vestir la camiseta rojiblanca y el plantel sumó a otra nena. “Chicos y padres lo tomaron como algo natural y nos hicieron sentir muy bien. No hubo insultos ni comentarios”, precisa Gabriela, que es kinesióloga.

A futuro, la mujer cuenta que el club le pidió a la Liga que revea el reglamento. Argumentos no faltan: “No hay torneos para nenas menores de 12 años, ni siquiera en la AFA, y es impensable que entrenen sin poder competir. Es pedirles demasiado”.  También solicitan la restitución de los puntos, para lo cual están llevando una “tabla de posiciones paralela” sumando los puntos de los partidos ganados o empatados para poder reclamarlos, y para hacerse cargo de los premios que los chicos pudiesen perderse por su actitud solidaria.

«Agradecemos como familia al club, a los profesores, a los padres a la secretaría de género y sobre todo, a sus compañeros y compañera que hayan priorizado en todo momento la inclusión de Paula por sobre cualquier medida. Si bien todo es muy injusto, desigual y discriminatorio, podemos visualizar un futuro de cambios. Por todas las nenas», escribió la familia en respuesta a un posteo del club en Instagram.    “Paula está muy acompañada por sus compañeros. Ella no deja de ir a entrenar y a jugar y el club incluso recibió el apoyo de otros seis clubes de la Liga en los que también juegan mujeres”, sintetiza Gabriela, a la espera de que le permitan a su hija hacer lo que más le gusta: jugar a la pelota.

FUENTE:TELAM/POR EVA MARABOTTO