Carpinchos, llamas y elefantes se suben al criptoarte¿Qué pasa con los animales y los NFT?
6 agosto, 2022
La tecnología Blockchain ha estado ahí durante mucho tiempo pero es en su unión con el arte, con la creatividad, cuando logra un resultado realmente inspirador, como demuestra el lanzamiento de la colección CapyArmy.
Desde una mirada artística y con sentido del humor, el reino animal tomó un inesperado protagonismo en el universo del criptoarte tal como lo demuestra el lanzamiento de la colección CapyArmy, con carpinchos que representan famosos personajes de películas y de la historia del arte, las 10.000 llamas «políticamente incorrectas» de la dupla creativa Agulla & Baccetti, que se venderán como NFT (Non Fungible Token) o los elefantes del popular artista Milo Lockett, que se comercializan en el «Miloverso».
La tecnología Blockchain -que utilizan las criptomonedas- ha estado ahí durante mucho tiempo pero es en su unión con el arte, con la creatividad, cuando logra un resultado realmente inspirador. Pero si los NFT son la nueva forma de crear y coleccionar arte, pero también la transformación de Internet tal como la conocemos, hay que rastrear su momento bisagra al día que el artista estadounidense Beeple vendió en marzo del 2021, por 69 millones de dólares, una obra digital con esta tecnología que permite certificar la propiedad, la autenticidad y la unicidad de una creación, tres consonantes cambiaron para siempre el modo de producir y comercializar activos, no solamente de arte.
En una suerte de regreso «reloaded», la dupla publicitaria furor de los 90 que conformaban Ramiro Agulla y Carlos Baccetti volvieron a trabajar juntos luego de décadas para lanzar su colección de NFT: una serie de 10.100 llamas que -según aclaran los publicistas- no son las mismas de la famosa tanda «La llama que llama» que los popularizó, ya que esta vez se enmarcan en el título «El club de la llama políticamente incorrecta», una colección en alianza con el laboratorio The Black Minds.
«Cuando surgió la idea de lanzar una colección de NFT con Ramiro quisimos tratar de interpretar qué cosas necesita esta época -tal como habíamos hecho en los 90- y nos dimos cuenta que hay un tema con la cultura de la cancelación, con las redes sobre todo, con estudios que indican que los chicos prefieren decir las cosas socialmente aceptadas antes de decir lo que realmente piensan, por eso encontramos en las llamas en NFT una voz que diga algo interesante», cuenta a Télam el publicista Carlos Baccetti.
Bajo el nombre oficial «La Llama Politically Incorrect Club» o sencillamente «La Llama P.I.C.», esta nueva colección de arte (http://www.lallamapic.io) pone a la venta miles de estos cuadrúpedos con el sello del humor políticamente incorrecto, que se dividen en distintas categorías: estándar, premium, ultra premium, raras, ultra raras y únicas, siendo estas últimas las de mayor valor, anuncian sobre los token que se pueden adquirir a través de la Blockchain de Ethereum.
Si bien, aclara el publicista, «no son las mismas llamas de la publicidad de Telecom de los 90 –ni nos atreveríamos a tocarlas- decidimos trabajar de nuevo con estos animales por su historia y porque son espectaculares: provienen de los aztecas, tienen un montón de simbolismos como la prosperidad, son animales domésticos hermosos que eran criados para transportar oro, y cuando alguien tenía en esa época una llama en su casa era un sinónimo de que le estaba yendo bien. Es un animal fetiche», resume Baccetti.
Pero estas llamas no son solo arte -dice- también alzan su voz, con sentido del humor, contra la cultura de la cancelación: «Vienen a bastardear un poco a la hipocresía que el mundo está viviendo hoy, una hipocresía que ya casi es agotadora. Cuando vos decís algo en redes que a alguien no le gusta, te cancela directamente y eso es como un juicio de una sola persona que te pega un tiro en la frente, entonces la llama se planta frente a ese relato unificado que genera pequeñas tribus que piensan igual, porque sabemos que uno solo puede crecer a partir de las diferencias y de escuchar al otro», enuncia el publicista.
Revisaron el trabajo de por lo menos 100 ilustradores 2D y 3D de todo el mundo hasta que se inclinaron por el del argentino Gustavo Olivera, quien diseñó los dibujos originales de las llamas que luego sumaron capas de añadidos -objetos, rasgos, voces y elementos- por distintos diseñadores, un trabajo que llevaron a cabo durante casi un año.
«Lo otro que nos atraía mucho de los NFT era el tema de la descentralización y la democratización de las economías. Si vos, por ejemplo, adquirís una llama políticamente incorrecta y el día de mañana Disney o quien sea decide hacer una serie con llamas y elige el diseño de la tuya, vos cobrás regalías de por vida. O con tu llama podés hacer una colección de remeras y de ropa porque sos dueño. Vos compras primero la pertenencia a una comunidad y segundo, la posibilidad de utilizar tu arte en lo que vos quieras», señala.
Para Baccetti, «absolutamente todo se va a terminar tokenizado como un NFT, hasta los pasajes de avión, como ya está sucediendo porque los beneficios son reales, concretos y democratizables». Y concluye: «No creo que los NFT sean un nuevo paradigma ni un nuevo movimiento: hoy ya es nuestra cultura».
Un artista que prácticamente no necesita presentación, el chaqueño y mega popular Milo Lockett también se sumó a la tendencia de los NFT con el lanzamiento de una colección de 11.111 obras -la más grande hasta ahora- creadas íntegramente a partir de su arte y hechas a mano con un diseño de alta calidad, que da protagonismo a uno de sus personajes más icónicos: el elefante.
«Es un animal que me gusta mucho desde que soy muy chico y me sigue gustando. Siempre aparece, en los distintos momentos de mi vida. Es un ícono de mi imagen, de mi dibujo. Me gusta su torpeza, que sea tan grande, que sea valiente, que traiga suerte. En muchas culturas es sagrado. Y me gusta porque es tierno y familiar», enumera en diálogo con Télam Milo Lockett, sobre la figura elegida para sus NFT.
El artista elaboró a mano más de 100 ilustraciones únicas con pincel y fibra, que luego fueron capturadas en 3D junto a un equipo de artistas digitales, para esta colección que tiene más de 250 propiedades únicas que le dan unicidad y rareza.
«Es una oportunidad para los artistas, una plataforma para exhibir y pensar el arte de otra manera. Va a modificar mucho la forma de trabajar de los artistas que no somos digitales. A mí por lo menos me impactó mucho y me cambió la mirada sobre todo lo que se puede lograr. Es una puerta que se abre y una dimensión que no tiene límite», se explaya el artista chaqueño.
En el último tiempo, Milo recibió no menos de nueve propuestas de convertir sus obras en NFT, por parte de distintas empresas tecnológicas, y que fue rechazando una a una, hasta que se le acercó Guillermo Mutis, de The Collections, que trabaja en equipo con una empresa con base en California: «Me gustó la idea de armar un equipo y de pensar una obra a la altura del universo 3.0, con artistas digitales muy interesantes que me ayudaron muchísimo a entender cómo funcionaba esto de pasar del plano al 3D», detalla el artista.
«Es una plataforma muy democrática, sobre todo para el público, para el que interactúa con el NFT. Creo que lo más importante para que funcione el NFT van a ser las comunidades», asegura Lockett.
El Miloverso (www.miloverso.io) se lanzó principalmente en Estados Unidos aunque con llegada a todo el mundo y la idea es que «Lockett sea la punta de lanza de un montón de artistas que desembarquen en esto, que muchos artistas vengan atrás», asegura a Télam Guillermo Mutis, fundador de The Collections, un ecosistema que crea colecciones de NFT latinoamericanas con el objetivo de darles alcance internacional y generarles valor en el Metaverso.
«Los NFT no solo brindan nuevas herramientas o formas de producir arte sino que nos permite darle unicidad casi a cualquier cosa y que las mismas no sean modificables»Guillermo Mutis
«Los NFT no solo brindan nuevas herramientas o formas de producir arte sino que nos permite darle unicidad casi a cualquier cosa y que las mismas no sean modificables. Eso la hace, según mi opinión, la tecnología mas revolucionaria creada después de la internet y no tiene límites en cuanto a usos pensando a futuro», agrega Mutis.
Otra colección reciente que tiene como protagonista a simpáticos animalitos es CapyArmy, una serie de NFT de carpinchos únicos, enlazada a la blockchain Polygon, donde estos amigables roedores aparecen como personaje de Spider Man, como un ladrón disfrazado de La casa de papel e incluso, como varias mujeres («carpinchas») históricas, desde la célebre artista mexicana Frida Kahlo hasta la reina de Egipto Cleopatra, es decir, personajes de ficción pero también de la historia.
«El carpincho es un animal atractivo y muy representativo de nuestro país. Es amigo de todos los animales. Pero además lo elegimos justamente porque es muy resiliente -tal como somos los argentinos-. Al carpincho lo sacaron de su zona de confort en Nordelta, con los humedales y se tuvo que adaptar, entonces lo elegimos por todo lo que simboliza», cuenta a Télam el tucumano Sebastián Domfrocht, CEO y fundador de CapyArmy.
La colección (www.capyarmy.com) busca realizar acciones que generen impacto ambiental, a través de vínculos sociales y diferentes perspectivas económicas cultivando nuevos métodos educativos que sean más aplicables y sustentables en el mundo de hoy. Aquellas personas que se sumen a la comunidad de CapyArmy a través de la compra de un NFT de la colección podrán acceder a una plataforma educativa learn-to-earn que contiene diferentes módulos sobre todo el ecosistema cripto, invitaciones a eventos, descuentos y beneficios en la compra de obras de arte en formato físico, además de mentorías sobre emprendedurismo y finanzas.
«Con este proyecto buscamos, en primera instancia, que las personas puedan aprender sobre nuevas tecnologías de una manera amigable; hoy en Argentina es fundamental aprender sobre criptomonedas e inversiones, porque es una de las pocas maneras de que un argentino desde su casa puede ganar en dólares y beneficiarse de una moneda más sólida que el peso», añade Domfrocht.
FUENTE:TELAM-POR MERCEDES EZQUIAGA