La detenida fue identificada por los voceros como Teresa María Luján Scorza, quien se desempeñaba en la División Sumarios y Brigadas de Prevención de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad, cuyo arresto fue requerido por el fiscal del caso, Leonel Gómez Barbella, y dispuesto por la jueza de Instrucción Paula González.
Se trata de la decimoquinta policía apresada en el marco de la causa, que ya cuenta con 14 procesados con prisión preventiva y camino a juicio oral, tras el cierre de la instrucción y la elevación del caso a un Tribunal Oral Criminal 24 para que se realice el debate, dispuesta en mayo pasado por la jueza González.
“Hoy la familia de Lucas González y los familiares de los chicos sobrevivientes recibieron una buena noticia: quien los había humillado, discriminado e insultado está presa. Es la policía que aplicó odio estructural diciéndoles a los chicos ‘negros de mierda’ y ‘chorros’, tratándolos como basura mientras estaban esposados en el piso”, dijo el abogado Gregorio Dalbón, representante de las víctimas, a la agencia estatal Télam.
Los delitos que se le imputan son “encubrimiento agravado por la condición de funcionario público y por ser el ilícito precedente especialmente grave en concurso real con privación ilegal de la libertad calificada al tratarse de un funcionario público que actuara con abuso de sus funciones y por haber cometido torturas”.
Según la acusación fiscal, Scorza fue una de las policías que “le propinó sufrimientos psíquicos (a uno de los amigos de Lucas) mientras se encontraba ilegítimamente detenido después que fueran baleado junto a sus amigos”.
Por su parte, la nueva detenida fue indagada esta tarde por la magistrada y el fiscal, ante quienes se declaró inocente y apuntó contra otras dos mujeres policías, quienes no están imputadas en el expediente.
El crimen de Lucas ocurrió en la mañana del 17 de noviembre de 2021, cuando el joven y tres amigos salieron del entrenamiento en el club de fútbol Barracas Central, y se subieron al Volkswagen Suran del padre de uno de ellos, para volver a la localidad bonaerense de Florencio Varela, donde vivían. (DIB) ACR