De manera personal el concejal Bartolomé Zubillaga decidió hacer una donación económica para los libros e insumos que se necesiten en los espacios. Contó a NdeN cómo surgió y hablamos también con la directora de «Barquito de Papel», quien contó una preocupante situación: Bebés y niñes con exceso de tecnología y poca capacidad de lenguaje.

Bartolomé Zubillaga es concejal de Nueva Necochea y forma parte de la Cámara de Profesionales de Puerto Quequén – CAPROQ. Realizó un aporte económico solidario e individual para los jardines municipales de Necochea. 

Desde NdeN estuvimos en la entrega de los libros y materiales didácticos que se adquirieron, en este caso en el jardín «Barquito de Papel». 

Zubillaga contó que una persona le comentó sobre unos aportes que se necesitan en estos jardines «que cumplen un rol muy importante en la comunidad» y allí se comunicó con las directoras para ver qué necesitaban de material didáctico y en base a eso se adquirieron esos materiales.

Más temprano se hizo la entrega en el jardín Lasalle, luego al Evita, Pichi Huinca y el Acuario. «La idea fue tratar de aportar a todos, por eso el dinero que se disponía se repartió, y sobretodo lo que ellos necesitaran», insistió y agregó que «esto no es del bloque, del partido, sino particular». Aseguró que también ofrecerá la ayuda en otros jardines.

Por su parte, hablamos con Yanina, directora del El Barquito quien primeramente resaltó que desde que se inauguró en 2005, existe una cooperadora muy fuerte con compromiso y que se tienen históricamente muchas donaciones de la comunidad de padres que se van del jardín y nos dejan muchos juguetes. «El 95% de los juguetes y material que hay acá es donado por la comunidad o, en este caso, Bartolomé que trajo libros y material, que es imprescindible», resaltó.

Respecto a los libros explicó que al haber bebés de 45 días a 2 años, «todavía tienen que aprender a manipular libros, y la única forma es teniéndolos y usándolos, pero se rompen rápidamente». Además de que los libros están caros consideró «maravilloso que lleguen nuevos libros».

Bebés con exceso de tecnología y poco lenguaje

Le consultamos a la maestra de inicial sobre un diagnóstico de la situación del lugar, quien explicó: «Después de 2 años de pandemia recibimos una matrícula de niños muy deprimidos en el lenguaje, con demasiada tecnología encima, sobretodo los de 2 años. Es algo que necesitamos que los padres tomen conciencia, un poco de masa con harina y agua es más saludable que un teléfono o televisor, necesitan tener contacto persona, revincularse y conocerse entre ellos, entre seres humanos, cuidados, miradas, mimos«.

Respecto a la sala de bebés también: «Notamos mucho exceso de tecnología, nosotras no usamos los teléfonos en el jardín, si por casualidad se cae un teléfono, un bebé agarra el celular y lo manipula, lo toca, intenta poner un video, pero eso deberían poder querer hacerlo con un libro». 

FUENTE:https://nden.com.ar/