SaludTomar suficiente agua es la clave para mantener la salud a medida que pasan los años
12 junio, 2022
Las personas mayores van perdiendo la capacidad de sentir sed y esto tiene múltiples consecuencias negativas para el organismo. Por qué es importante adquirir el hábito de beber desde la juventud
Ya es sabido que beber agua en sus múltiples formas es imprescindible porque mantener el cuerpo hidratado algo esencial para la vida. Un consumo suficiente permite mantener la piel sana, da energía, contribuye a una buena digestión. Pero según especialistas también es la llave para llegar a la madurez de manera saludable y transitar esa última etapa de la vida con los beneficios que aporta una buena hidratación.
La discusión eterna acerca de cuánta agua se necesito beber por día, puede ser saldada con estos conceptos del médico Guillermo Rosa Diez, presidente de la Sociedad Argentina de Nefrología y jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Italiano de Buenos Aires, quien aseguró a Infobae que la hidratación con agua potable debería ser adecuada para cada persona. “La sed varía según las edades, el sexo, el peso y las actividades físicas que se realizan”.
Según Rosa Diez, la regla de los ocho vasos es una recomendación general: solo quiere enfatizar en que hay que hidratarse. “Hay que estar atento a la sed”, subrayó, pero eso no implica tomar agua en exceso. “Una vida sana debe incluir un plan de alimentación con verduras y frutas que también son fuentes de agua”, dijo. En casos de personas que practican deportes de alto rendimiento, tienen que consumir aguas con sales.
Además, hay situaciones específicas en las que sí se recomienda tomar más agua potable cada día. “En los casos de las personas con cálculos renales, tienen que tomar más de ocho vasos de agua para prevenir la formación de más cálculos”, afirmó Rosa Diez. Otro caso es el de quienes padecen poliquistosis renal del adulto: se les aconseja tomar más líquido.
Kelly Anne Hyndman, investigadora de la función renal en la Universidad de Alabama en Birmingham, dijo que, por supuesto, mantenerse hidratado es importante, pero la idea de que el simple hecho de beber más agua hará que la gente esté más sana no es cierta. Desde el punto de vista médico, afirmó Joel Topf, nefrólogo y profesor clínico adjunto de medicina en la Universidad de Oakland, en Michigan, la medida más importante de la hidratación es el equilibrio entre electrolitos como el sodio y el agua en el cuerpo.
A todos nos han enseñado que ocho vasos de agua al día es el número ideal para las personas, pero esa noción es un mito, dijo Tamara Hew-Butler, una científica del ejercicio y el deporte en la Universidad Estatal de Wayne. Factores únicos como el tamaño del cuerpo, la temperatura exterior y la intensidad de la respiración y el sudor determinarán la cantidad que se necesita, dijo. Por eso, cuando se va al médico, será bueno preguntar cuánto sería lo ideal para cada uno.
Para Niti Patel, nutricionista en la ciudad de Nueva York, el agua y el envejecimiento están relacionados. “Si mantiene un estilo de vida activo, está comiendo una variedad de alimentos y bebiendo mucha agua, tendrá una salud óptima”, afirmó. El agua está en todas nuestras células, explicó, y esas células necesitan agua para funcionar de manera eficiente. Desde lubricar sus articulaciones hasta bombear sangre a sus músculos, necesita agua para realizar casi todas las funciones corporales.
Según recomienda la Clínica Cleveland de Estados Unidos, “la deshidratación es la ausencia de una cantidad suficiente de agua en su cuerpo. La mejor manera de vencer la deshidratación es beber antes de tener sed. Si tiene sed, ya está levemente deshidratado y eso puede causar síntomas como dolor de cabeza, fatiga, mareos y más”.
Los adultos mayores es habitual que no sientan sed. No se sabe exactamente cuál es la causa de esta reducción de la sed, pero su consecuencia puede ser la deshidratación, que es una causa común de hospitalización entre las personas de más edad.
De acuerdo con datos recientes de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), entre 2015 y 2018, la cantidad de agua que consumieron los estadounidenses disminuyó con la edad. El agua contribuyó con el 57% del consumo diario total de bebidas para adultos de 20 a 39 años, el 50% entre personas de 40 a 59 años y el 47% entre los de 60 años o más. Dependiendo de su nivel de actividad y de cualquier condición crónica, las necesidades de ingesta de agua pueden disminuir a medida que envejece.
Los ancianos “van perdiendo la capacidad de decir, ‘debería tomar un sorbo de agua, o debería comer algo que contenga mucho líquido’, dijo Patel”. Y agregó: “Cuidaba a un miembro anciano de la familia y siempre tenía que ser muy enérgica y decir: ‘Está bien, tomemos un vaso de agua ahora. Está bien, bebamos un poco de agua’. Eso es algo que tienes que hacer a medida que envejeces”, recomendó.
Aunque la deshidratación es un problema común, a menudo es pasado por alto para las personas mayores. “Naturalmente, su cuerpo retiene menos agua que el cuerpo de los jóvenes. Y los síntomas de deshidratación (boca seca, fatiga, mareos y calambres musculares) a menudo se pueden atribuir a otros problemas o efectos secundarios de los medicamentos”, explicó en su web la Clínica Cleveland .
Para tratar de superar esta parte inevitable del envejecimiento, una recomendación es establecer buenos hábitos para el consumo de agua cuando se es joven. Aunque en esas edades no sentirá sed de la misma manera, si una persona está acostumbrada a beber agua regularmente y comer alimentos ricos en agua, puede que no sea tan difícil mantenerlo a medida que envejece.
Patel dio un consejo: comenzar el día bebiendo agua tibia con limón apenas despertar. “Agua tibia con una pizca de limón o lima, incluso agua tibia en general, lo sentirás porque, durante toda la noche, te estás deshidratando, no estás bebiendo nada”, dice ella. “Ahora estás bebiendo este vaso de agua tibia y puedes sentir que nutre tu cuerpo. Como una flor marchita, puedes sentir que te levantas de nuevo”.
Aunque sigue siendo un tema no resuelto las cuestiones en torno a los beneficios, perjuicios o neutralidad de la temperatura del agua que se bebe, en lo que todos coinciden con Patel es en que es bueno acostumbrarse a tener siempre agua cerca.
“No espere hasta que tenga sed” para beber agua. “Siempre es bueno tener la práctica de tomar sorbos o beber agua o alguna bebida que sea buena para usted durante todo el día. Trate de agregar líquidos a lo largo del día. Y los líquidos podrían masticarse”, dijo en referencia a las frutas y verduras que aportan hidratación.
La nutricionista Romina Pereiro adhiere a la idea de que no se debe esperar a tener sed para beber. “Al principio cuesta, como todo hábito que uno necesita formar. Hay dos opciones que puedo recomendarte. La primera es que te bajes una aplicación gratuita que te recuerda todo el tiempo que tenés que tomar agua. Vas a ver que al principio es muy molesto porque te suena todo el tiempo las notificaciones, pero a medida que vas haciendo el hábito no vas a necesitar que te vaya avisando y vos solo te vas a dar cuenta. Otra es tener botellitas en lugares visibles de la casa, en el bolso, en el auto e ir tomando durante todo el día”.
Pereiro señaló que “una de las formas de saber si estás bien hidratado es a través del color de la orina. Si es muy oscura, seguramente necesites agregar algunos vasos de agua al día”.
El nutricionista Mark Hübers, de la Asociación Alemana de Nutrición (DGE, por sus siglas en alemán). también brindó algunos consejos para incorporar esta sana costumbre a la vida diaria. El primer paso consiste en ser consciente del comportamiento de cada uno en este sentido. Si se deja el líquido para último momento, más vale prestar atención a las siguientes recomendaciones:
– “Comer” agua: Comer verduras y frutas que contengan mucha agua, como puede ser la sandía, el kiwi, la manzanas, las frutillas, los pepinos y muchos ingredientes que suelen utilizarse para las ensaladas, como lechugas y otras verduras de hoja verde, tomates, morrones. También el jugo de naranja exprimida.
– Rituales de hidratación: Si uno trabaja en una oficina o tiene un trabajo fijo, puede proponerse beber al menos medio vaso de agua al terminar una reunión o al regresar al escritorio o después de terminar una tarea. Además, se recomienda beber un vaso entero con la comida.
– Asistente digital: Existen apps que alertan o detectan cuándo correspondería servirse un vaso de agua antes de que uno tenga sed. Los usuarios de estas aplicaciones saben exactamente cuánto líquido ingieren por día.
– El ojo también bebe: Puede ser muy útil colocar el vaso o la bebida dentro del campo visual. Eso hace que uno beba más seguido, aunque sea inconscientemente. Si el recipiente además tiene un diseño que a uno le resulte bello, puede aumentar la motivación para beber.
FUENTE:INFOBAE