Crisis alimentariaLa ONU advirtió que la guerra en Ucrania afecta a 1.600 millones de personas en el mundo
9 junio, 2022
De acuerdo al organismo, «94 países que albergan unos 1.600 millones de personas, están gravemente expuestos al menos una de las dimensiones de la crisis (finanzas, alimentación o energía)» y son «incapaces de hacerle frente». Solamente en África, «hay 58 millones podrían sumarse este año a la pobreza».
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió este miércoles que las consecuencias de la invasión rusa en Ucrania se agravan en el mundo y afectan a 1.600 millones de personas, al presentar el segundo informe de la organización sobre las repercusiones internacionales del conflicto.
«El impacto de la guerra en la seguridad alimentaria, la energía y las finanzas es sistémico, grave y se acelera», alertó Guterres, citado por la agencia de noticias AFP.
«La guerra amenaza con generar una ola sin precedentes de hambre y miseria, dejando una estela de caos social y económico en el mundo entero», aseveró el jefe de la ONU.
Guterres advirtió que si actualmente la crisis alimentaria obedece a «la falta de acceso» a los alimentos, el año que viene podría deberse directamente a la «falta de alimentos».
«Solo hay una forma de parar esta tormenta que se prepara: la invasión rusa de Ucrania debe cesar», afirmó Guterres.
Además indicó que «es esencial» que lleguen a buen puerto las negociaciones que adelanta la ONU para garantizar «las exportaciones de alimentos producidos en Ucrania por el Mar Negro, y el acceso sin trabas a los mercados mundiales para los alimentos y los fertilizantes rusos».
«Este acuerdo es esencial para centenares de millones de personas en los países en desarrollo, entre ellos en África subsahariana», dijo Guterres, sin dar detalles sobre el estado de esas tratativas, hasta el momento sin resultados visibles.
De acuerdo al informe de la ONU, «94 países que albergan unos 1.600 millones de personas, están gravemente expuestos a al menos una de las dimensiones de la crisis (finanzas, alimentación o energía)» y son «incapaces de hacerle frente».
De esos 1.600 millones de personas, «tres cuartas partes viven en países gravemente expuestos y vulnerables simultáneamente a las tres dimensiones», señala el documento, asegurando que en el futuro «ningún país o comunidad estará libre de esta crisis del coste de la vida»
Naciones Unidas advirtió asimismo que la «guerra podría aumentar el número de personas en situación de inseguridad alimentaria de 47 millones en 2022 a 323 millones para fin de año».
En América Latina, la región más afectada sería América Central y las islas del Caribe, pues ya viven una «tormenta perfecta» en la que no sólo tendrán dificultades con el acceso a los alimentos, sino también a la energía, y problemas financieras, dijo la principal responsable del reporte, Rebeca Grynspan, en conferencia de prensa.
En África, «hasta 58 millones podrían sumarse este año a la pobreza», según el informe, que vaticina que la extrema pobreza en Medio Oriente y el norte de África «podría afectar a 2,8 millones de personas más en 2022».
Y en el sudeste asiático, «500 millones de personas están gravemente expuestas a las dimensiones alimentaria y financiera» de la crisis, una situación «agravada por las fuertes olas de calor que afectan a los cultivos de la zona», según la ONU.
La escasez de alimentos se extenderá desde el maíz y el trigo a todos los cultivos básicos y tendrá un grave impacto en miles de millones de personas si no se resuelve la crisis en torno a los fertilizantes, advirtió Guterres.
«Los precios de los alimentos están casi en máximos históricos. Los precios de los fertilizantes se han duplicado con creces, lo que hace sonar la alarma en todas partes. Sin fertilizantes, la escasez se extenderá desde el maíz y el trigo a todos los cultivos básicos, incluido el arroz, con un impacto devastador en miles de millones de personas en Asia y Sudamérica», declaró el diplomático en su discurso de apertura en la presentación del Grupo de Respuesta a la Crisis Global sobre alimentos, energía y finanzas.
Rusia y Bielorrusia, ambos bajo sanciones occidentales, son dos de los tres mayores productores mundiales de potasa, clave para la fabricación de fertilizantes.
A su vez, Rusia y Ucrania representan un 30% de las exportaciones mundiales de trigo y se acusan mutuamente de destruir sus reservas de cereales y acentuar los temores a una crisis alimentaria global.
Kiev y sus aliados acusan a Moscú de bloquear con sus fuerzas navales los suministros de alimentos desde los puertos ucranianos, pero el Kremlin rechaza esta acusación y afirma que las exportaciones marítimas de alimentos desde el país vecino se encuentran paralizadas debido a que las fuerzas ucranianas minaron los puertos del país.
FUENTE:TELAM