La donación incluye trabajos de Diana Aisenberg, Eduardo Basualdo, Diego Bianchi, Florencia Caterina, Marina De Caro, Ana Gallardo, Fernanda Laguna, Catalina León, Oligatega Numeric, Cristina Schiavi, Alejandra Seeber, Luis Terán y Gabriel Valansi.

Un conjunto de 21 obras de artistas argentinos -entre ellos Diana Aisenberg, Eduardo Basualdo, Diego Bianchi, Fernanda Laguna, Oligatega Numeric y Gabriel Valansi– fueron donadas al Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, que incorpora, en muchos casos, trabajos de artistas que por primera vez pasan a formar parte del acervo de esa institución.

«Son obrones, algunas monumentales, y muy representativas de cada uno de esos artistas. Hay pinturas, dibujos, instalaciones y esculturas», resumió en diálogo con Télam Alejandra Aguado, coordinadora de patrimonio del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, durante la presentación formal realizada hoy en el edificio de Avenida San Juan 350, en el barrio de San Telmo.

«Este conjunto inaugura la entrada al museo de algunos artistas que no estaban representados, como por ejemplo Diego Bianchi, y nos permite profundizar en el trabajo de otros, como por ejemplo Alejandra Seeber de quien no teníamos ninguna pintura», ejemplificó Aguado en referencia en este último caso al inmenso óleo «Birds & Brides» de Seeber.

La donación al museo por parte del Banco Supervielle está acompañada de un comodato de 83 obras de 22 artistas que serán exhibidas en la institución, y que conforman una selección del total de 250 piezas que integran la colección privada del Grupo, acopiada a lo largo de quince años, según confirmó a Télam Ariadna González Naya, curadora de la colección Supervielle.

El conjunto donado incluye obras clave de Diana Aisenberg, Eduardo Basualdo, Diego Bianchi, Florencia Caterina, Marina De Caro, Ana Gallardo, Fernanda Laguna, Catalina León, Oligatega Numeric, Cristina Schiavi, Alejandra Seeber, Luis Terán y Gabriel Valansi, artistas fundamentales en el desarrollo de las artes visuales entre los 90 y los 2000 tanto en el ámbito nacional como internacional.

Si bien algunos de estos artistas son parte de la historia del Museo Moderno, al que se han vinculado a partir de una variedad de acciones -en particular, a través de su programa de exhibiciones-, varios de ellos aún no estaban representados en su colección.

«Este conjunto se convierte así en una de las donaciones fundamentales de nuestra colección», señaló entusiasmada la directora del Museo, Victoria Noorthoorn, acompañada en el acto formal de Patricio Supervielle, CEO del Grupo, y el ministro de Cultura de la ciudad, Enrique Avogadro. «Esta donación es un ejemplo de articulación pública-privada a la que apuntamos en el campo cultural», dijo éste último.

«Esta donación es un ejemplo de articulación pública-privada a la que apuntamos en el campo cultural».ENRIQUE AVOGADRO

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Avogadro resaltó que Supervielle es una de las instituciones más activas en el área de Mecenazgo, se refirió a la «responsabilidad cultural empresarial» y destacó que «el museo -con un acervo de más de siete mil obras de arte- tiene un rol vinculado al presente pero también al futuro».

Por su parte, Noorthoorn señaló que las 21 obras que hoy ingresan al museo forman parte de una «colección destinada a adquirir artistas que marcaban la gran efervescencia del arte argentino luego de la crisis del 2001».

«La incorporación permitirá ampliar la representación de su práctica en nuestra colección, ponerla en diálogo con artistas de distintas generaciones y un extenso público, contribuir con la tarea permanente de revisar nuestra mirada sobre la historia, la belleza, la condición humana y social y ampliar las capacidades de nuestra sensibilidad», sostuvo la directora de la institución.

Algunas pocas de las obras donadas se podían ver en la sala de conferencias del museo, como por ejemplo «Mujeres de la Ciudad de Juárez» (2010) de la rosarina Ana Gallardo, una obra en lápiz sobre papel, en cuatro partes, de más de dos metros cada una.

Otras de las piezas se podían ver en un video proyectado en la sala, como las imponentes piezas de Eduardo Basualdo, tituladas «El misterio», una tinta sobre papel; «Madre adoptiva» y «Mis hijos», una versión de las icónicas estructuras arquitectónicas y objetos misterioso una lámina de aluminio negro mate utilizada en producciones teatrales para absorber la luz, que él transforma en inmensas formas orgánicas que se asemejan a rocas volcánicas.

Sobre este conjunto, retomó Aguado, la responsable de Patrimonio del museo: «Las adquisiciones para un museo son complicadas por eso uno trabaja en las donaciones. Estas obras son de artistas conocidos, tienen valores inaccesibles para el museo, a veces incluso no están disponibles en el mercado, no es tan sencillo. Pero muchos de estos artistas los hemos exhibido en el museo porque ellos participan del museo de muy diversas maneras. Es un museo muy vivo», resaltó.

El punto más lejano del arco temporal de este grupo de obras lo conforma una pieza de 1994 de Fernanda Laguna, «Flores», un acrílico sobre tela de 20 x 23 centímetros, una pequeña obra que tiene una importante relevancia historiográfica dado que formó parte de la icónica muestra en la Galería de Artes Visuales del Centro Cultural Ricardo Rojas, en 1995. Se donó también una obra de Laguna hecha en acrílico y plumas sobre tela, titulada «No me mires» (2007).

Otras de las piezas donadas son «Combo rombo» de Diana Aisenberg, un óleo sobre tela, cerámica esmaltada y acrílico sobre madera; una instalación de Diego Bianchi, una estructura de madera «Sin título» que actualmente se exhibe como parte de la exposición «Cuerpos mutantes», que ahonda en los límites de los cuerpos a través de la observación de la materia y su manipulación, de su división en fragmentos y su reutilización poética, de lo monstruoso y de las figuraciones que ponen en suspenso lo humano.

Se suman también los dibujos de la fallecida artista Florencia Caterina (Rosario, 1986-2013), de la marplatense Marina De Caro (1961), de Catalina León (Buenos Aires, 1981) y de Oligatega Numeric, colectivo que integran los artistas Mateo Amaral, Maximiliano Bellmann, Alfio Demestre y Mariano Giraud

Dos acrílicos «Sin título» de la serie «Lunas» de Cristina Schiavi; una instalación de Luis Terán («La familia») y una inmensa fotografía dividida en paneles de Gabriel Valansi.

Este legado que hoy ingresa al Museo de Arte Moderno -fundado en 1956 por Rafael Squirru- se suma a la lista que integran también Josefina Pirovano de Mihura, la Familia de León Ferrari, Alberto Heredia o la Familia de Loof, entre otras instituciones e individuos que han donado a la colección.

FUENTE:TELAM/POR MERCEDES EZQUIAGA