En medio de la visita de los familiares a los diez rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa en la cárcel de Dolores, se conoció la amenaza que lanzaron los presos estables del penal durante la madrugada de este jueves.

Los vecinos de la Unidad Penal 6 aseguraron que durante la primera noche de los jóvenes en la penitenciaria se escuchaban gritos de los presidiarios solicitando que ubiquen a los imputados con el resto de los presos, ya que por el momento se encuentran aislados. “Suéltenlos que los estamos esperando”, se oyó en reiteradas oportunidades.

Después de habitar las comisarías de Villa Gesell​ y Pinamar, los diez rugbiers fueron trasladados a la Alcaidía de Dolores, donde permanecerán al menos hasta que la situación procesal de cada uno de ellos vaya definiéndose.

Los imputados se encuentran compartiendo una celda ubicada en un primer piso, entre los pabellones de los prisioneros evangelistas. No tendrán contacto con otros presos y cada vez que deban abandonar la celda, serán escoltados por guardias.

Hugo Tomei, abogado de los imputados, le manifestó al juez de Garantías, David Mancinelli, su preocupación por el trato que puedan llegar a recibir los detenidos en Dolores. No hizo un pedido en concreto, pero entiende que “si se toman las medidas necesarias y el Estado las tiene”, los imputados tendrían que seguir el proceso judicial en libertad. De todas formas, esta posibilidad quedaría descartada teniendo en cuenta que se espera que reciban prisión perpetua.