INSTALACIÓN "EXPERIENCIA MATRIX RESURRECCIONES"El artista Leandro Erlich invita a introducirse en una obra inspirada en el universo de «Matrix»
5 febrero, 2022
«Cuando uno plantea una instalación que involucra a la gente, la participación y la interacción hace que la misma interpretación y observación sea mucho más subjetiva, abierta y ambigua», reflexiona el artista.
Con la instalación «Experiencia Matrix Resurrecciones», concebida desde el universo de la célebre saga de ciencia ficción de las hermanas Lana y Lilly Wachowski -cuya cuarta película llega ahora a la plataforma HBO Max-, el artista Leandro Erlich propone que los espectadores se impliquen desde otra perspectiva con el escenario inquietante que plantea el film: «Cuando uno plantea una instalación que involucra a la gente, la participación y la interacción hace que la misma interpretación y observación sea mucho más subjetiva, abierta y ambigua«, dice.
La propuesta, que se organiza a partir del mundo ilusorio y la estética de las películas de «Matrix«, es estar con el cuerpo y los sentidos presentes para sumergirse en una habitación que reproduce algunas de las encrucijadas de la tetralogía protagonizada por Neo y Trinity -los icónicos personajes interpretados por Keanu Reeves y Carrie-Anne Moss- como tener que decidir entre tomar la pastilla roja para despertar del sueño o la azul para permanecer en él.
«La película toca temas que siempre me interesaron, que tienen que ver con la cuestión de lo real«, trabajada por filósofos como Platón, Descartes, Nietzsche y Baudrillard que «escribieron y cuestionaron la construcción del orden de lo real, algo que lleva a la comprensión de lo que hace el hombre en cuanto a la capacidad de construir realidad«, explica Erlich en diálogo con Télam.
La instalación inmersiva, creada para acompañar la llegada de «Matrix Resurrecciones» a la plataforma de streaming HBO Max, no tiene una vida ulterior, indica el artista que trabaja entre Buenos Aires y Montevideo. «Soy muy selectivo al momento de colaborar, participar con promociones de una película o una marca, pero en este caso es una invitación que tiene que ver con mi universo creativo y es algo que pertenece a la cultura popular«, indica el artista, a quien el universo del cine siempre lo fascinó.
La «Experiencia Matrix Resurrecciones» se compone de una estructura cuadrangular con un exterior que reproduce el código binario en verde, que se desliza por pantallas y paredes en las películas, y que contrasta con el interior del par de habitaciones inmaculadamente blancas y en espejo, en las cuales el visitante puede transitar y recrearse como los personajes y sentir también la presencia de los «agentes» de la Matrix, cuidadosamente caracterizados.
Se trata de una recreación que toma la estética de Matrix pero que se inspira en «Living», una obra que el artista realizó en 1998 durante un programa de posgrado en el Museo de Bellas Artes de Houston (Texas, Estados Unidos), a la que describe como «dos espacios y una situación ilusoria con un espejo, un espacio reflejado, donde el espectador no se refleja». Y detalla que el espejo como elemento en la película «es una suerte de portal a través del cual se observa y se percibe, se construye una ficción. Ese es el marco de esta instalación inmersiva, que es una obra que entrelaza ese proyecto creado en 1998 con una escena emblemática de la película, donde uno de los personajes, Morfeo, le explica a Neo cómo funciona la Matrix», destaca.
¿Cómo sabemos qué es real? es la pregunta simbólica que cuestiona en la saga el estatuto de lo real y lo cotidiano desde una mirada apocalíptica y es también la temática que enlaza con la obra de Erlich (Buenos Aires, 1973), aunque su puesta en cuestión de lo que vemos y percibimos como espacios de lo real se produce desde una perspectiva más lúdica.
«‘Matrix’ es una película muy particular, es una saga que curiosamente aún siendo una producción de Hollywood, que muchas veces son de un orden muy superficial, tiene una particularidad -analiza-. Conceptualmente es una película interesante de ciencia ficción con una estética retro futurista, pero ancla en cuestiones asociadas al cuestionamiento de lo real de orden filosófico y en la construcción del orden de lo real», señala.
Acerca de lo apocalíptico de la historia de la saga y su trabajo artístico en la que hay una mirada más esperanzadora, Erlich indica que una película o un libro presentan una estructura narrativa que se resuelve de «forma cerrada» y hace de la persona un mero espectador o lector sin estar «físicamente involucrado«, a diferencia de sus instalaciones.
«Cuando uno plantea una instalación que involucra a la gente, la participación y la interacción hace que la misma interpretación y observación sea mucho más subjetiva, abierta y ambigua -dice-. Entonces, lo esperanzador es poder reconocer, entender las cosas desde un lugar propio y poder comprender cómo una realidad se manifiesta«.
«Creo que esa es la sorpresa, el efecto, aquello que engaña a la percepción pero al mismo tiempo es decodificado y está dado para que cualquiera lo pueda entender, que es lo que sucede en mis proyectos. Ese es el elemento que no genera la angustia de un sentimiento apocalíptico», explica.
«Sin embargo, pasando esa instancia de satisfacción que genera descubrir la sorpresa, uno podría tener un pensamiento crítico vinculado a algo, no digamos apocalíptico, pero sí a una estructura cerrada de la composición de la realidad, y por eso entender las cosas nos permite, nos genera un alivio y la esperanza de poder ser dueños -quizás en forma ilusoria- de la interpretación de la realidad o incluso, ambiciosamente, pensar que uno puede participar en la construcción de esa misma realidad, en tanto no es una realidad ficta y establecida sino que uno puede reconfigurarla, entenderla», precisa.
Acerca de la lectura de la instalación, el artista indica que sus proyectos «tienen una carga narrativa que está construida a partir de la experiencia, como si fuera una película en vivo pero que la estás haciendo e interpretando en la instancia en que está sucediendo, a diferencia de una película, que está pregrabada y es inmutable independientemente de si uno está presente o no», define.
Otro matiz diferenciador es lo que puede denominarse como trampa visual, algo que «genera una extrañeza en realidad, es casi un recurso que permite cuestionar lo cotidiano, porque lo cotidiano es incuestionable», indica Erlich y apela al concepto de «unheimlich» (en su original alemán) de Sigmund Freud: «cuando las cosas son conocidas pero no son lo que conocemos, esa extrañeza es un pequeño portal, un punto de inflexión en donde uno puede desconectar, disociarse de lo cotidiano para poder cuestionarlo», referencia.
Y agrega algo que se manifiesta en sus obras: «la percepción es nuestra herramienta natural inherente al ser humano para comprender las cosas. Es el decodificador. Entonces, cuando la percepción está dando otras coordenadas y el raciocinio te lo corrige, es en esa instancia en donde uno puede abrirse a un nuevo entendimiento«, señala.
En esta instalación se invita a jugar con la imaginación y las distintas perspectivas que llevan a desconfiar de lo que se ve, algo en lo que Erlich viene trabajando en otras obras como «El salón de clase», «La pileta» de natación» -la célebre obra que presentó en el Malba en el marco de su muestra «Liminal»-, «La Democracia del símbolo» -la intervención donde a partir de un truco óptico le quitó la punta al Obelisco-, los reflejos con espejos, botes y ascensores o su célebre «Bâtiment», concebida en principio para el festival de arte Nuit Blanche de París en 2004 como un desafío a las leyes de gravedad y luego replicada en otras ciudades del mundo.
La instalación se suma desde otro lenguaje artístico al cinematográfico para hacer su aporte a la saga que marcó un hito en la industria con el estreno de «Matrix» (1999) y las secuelas «Matrix Recargado» y «Matrix Revoluciones» (2003), los films dirigidos por Lilly y Lana Wachowski a los que se acaba de sumar «Matrix Resurreciones».
Para Erlich «hay un acto creativo en el acto de interpretación», algo que expresa en el marco de la exposición «A Tensão» («La tensión»), donde hasta marzo reúne en la ciudad de Río de Janeiro trabajos realizados a lo largo de 30 años. Esa idea también estará presente en el proyecto «The Reefline», de la curadora Ximena Caminos, que inaugurará próximamente en la ciudad de Miami el primer parque público de esculturas submarinas y arrecife artificial.
Sobre este último proyecto Erlich indica su entusiasmo «porque tiene que ver con el arte, pero tiene incidencia en cuestiones ambientales y ecológicas que son para mi muy importantes en este momento. En este caso tiene que ver con la reconstrucción de la barrera de corales, pero también entender nuestro ecosistema, entender el impacto ambiental de nuestra existencia y la manera en la que el ser humano interviene sobre el mundo y sobre cómo las cosas terminan siendo».
«Lo que me interesa y me estimula mucho de este proyecto es que hay una suerte de utilidad que va más allá de la expresión artística, la creatividad o la reflexión, sino que en sí misma la obra va a permitir, tiene la facultad física de poder reconstruir, dar cobijo, a la regeneración del arrecife de coral», concluye.
La «Experiencia Matrix Resurrecciones» se podrá ver hasta el domingo, todos los días de 16 a 22 en el Campo Argentino de Polo (Avenida del Libertador 4069, CABA), con entrada libre y gratuita.
FUENTE:TELAM-POR MARINA SEPÚLVEDA