SaludReemplazar la sal puede bajar hasta 14% el riesgo cardiovascular
15 septiembre, 2021
Un estudio demostró que el reemplazo con productos bajos en sodio y con potasio agregado contribuye a bajar la presión arterial. Qué hábitos de alimentación hay que cambiar
El consumo habitual de sal en exceso puede parecer inofensivo, pero se asocia a diversos riesgos para la salud que causan cada año millones de muertes prematuras. El más frecuente de esos riesgos es la hipertensión arterial, responsable de unos 9,4 millones de muertes al año.
Ahora, un nuevo estudio de The New England Journal of Medicine, aseguró que cambiar el consumo de sal diario con un sustituto de menor contenido de sodio y con potasio añadido podría reducir el riesgo de accidente cerebrovascular, infarto y muerte por enfermedad cardiovascular.
El consumo de sal a nivel mundial es muy elevado, no así el de potasio. Una ingesta insuficiente de potasio también puede tener un efecto negativo sobre la presión arterial. Esto se debe a que cuando la cantidad de potasio es baja, el cuerpo tiende a acumularlo. El problema es que con ello también almacena sodio, lo que a su vez puede desencadenar un aumento en la presión arterial haciendo que el corazón trabaje más y derivando en serias enfermedades.
La presión arterial alta influye en al menos el 40% de todas las enfermedades del corazón y accidentes cerebro vasculares, que representan a su vez el 45% de las enfermedades no transmisibles.
Hasta el momento se sabía que los sustitutos de sal reducían la presión arterial, pero se desconocía que también bajaran el riesgo cardiovascular. Según los autores de este nuevo trabajo realizado por el Instituto George Instituto de Salud Global de Australia y el Centro de Investigación de Big Data en Salud de la Universidad de Nueva Gales del Sur, si se reemplaza la sal por este nuevo compuesto, que reemplaza el clorídeo de sodio por el de potasio, se pueden atenuar estos dos problemas.
La investigación, además de demostrar lo beneficios para la salud de este cambio en los hábitos de alimentación, también despeja las dudas sobre estos sustitutos. ‘’No hemos visto ningún peligro al incorporar potasio al sustituto de la sal. Pero es necesario tener en cuenta que los pacientes con enfermedad renal no deben tomarlo, y tampoco es recomendable que consuman sodio’’, comentó el autor principal del documento, Bruce Neal.
Si bien el sodio se encuentra de manera natural en ciertos alimentos como la leche, o la carne, es significativo su contenido en ultraprocesados y condimentos. Tener en cuenta esto es importante también para evitar exceso en su ingesta.
Se estima que cada año se podría evitar 2,5 millones de muertes si el consumo de sal a nivel mundial se redujera al nivel recomendado. Menos de 5 gramos, algo menos que una cucharadita de té por día, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Liderado por Neal, epidemiólogo clínico del Instituto George para la Salud Global en Australia, el ensayo analizó durante casi 5 años a más de 20.000 personas de unas 600 aldeas chinas con antecedentes de accidente cerebrovascular o de mal control de la hipertensión arterial de cinco provincias de China: Hebei, Liaoning, Ningxia, Shanxi y Shaanxi, entre abril de 2014 y enero de 2015.
Se trata de un estudio de intervención en el que se suministró a los participantes el sustituto de sal para su consumo diario, al menos 20 gramos por persona/día. Los demás participantes continuaron con su consumo habitual de cloruro de sodio. La edad media de los participantes fue de 65,4 años, el 49,5% eran mujeres, el 72,6% tenía antecedentes de accidente cerebrovascular y el 88,4% antecedentes de hipertensión.
Durante el transcurso de la investigación, la mitad de los participantes recibió un sustituto, bajo en sodio y rico en potasio, para cubrir los requisitos tanto de conservación de alimentos como para cocinarlos, aproximadamente 20 gramos por persona al día. Mientras, el grupo de control continuó usando sal para su alimentación como siempre había hecho.
Durante un seguimiento se registraron más de 3.000 accidentes cerebrovasculares, más de 4.000 fallecimientos, y más de 5.000 eventos cardiovasculares graves. Tras casi 5 años, las tasas de accidente cerebrovascular, eventos cardiovasculares importantes y muerte por cualquier causa fueron más bajas con el sustituto de reemplazo que con la sal.
Para el grupo que usó el sustituto de la sal, el riesgo de accidente cerebrovascular se redujo en un 14%, los eventos cardiovasculares totales (accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos combinados) en un 13% y de muerte prematura en un 12%.
Los investigadores concluyeron que sus resultados fueron en la misma línea que estudios previos en China, que sugirieron que reemplazar el sodio a nivel nacional podrían salvar la vida de unas 400.000 personas cada año simplemente previniendo muertes prematuras relacionadas con los efectos en la salud del consumo excesivo de sodio.
El doctor Alberto Cormillot, alertó en Infobae, sobre el sodio presente en los alimentos y sus consecuencias para la salud: “entre el 35% y el 40% de los argentinos de más de 18 años es hipertenso y una de las medidas más efectivas para bajar la presión, no es la única, es que hay que comer más verduras, frutas y lácteos, pero aparte de eso hay que estar atento al el sodio oculto en los productos procesados”.
“Casi todo el mundo come más sal de la que debería. Si se cambiara la sal por un sustituto a nivel global, se evitarían varios millones de muertes prematuras cada año”, concluyó Neal, el director del ensayo.