Crìtica situaciòn del personal de saludEn clínicas privadas del AMBA la ocupación de camas de terapia intensiva es de 90%
30 mayo, 2021
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Por
Germán Costanzo Castiglione
«El sistema está casi desbordado», señaló a Télam el vicepresidente de la Cámara de Prestadores de Salud del Conurbano. Desde la Asociación de Médicos de la Actividad Privada aseguraron que la situación del personal de salud «es preocupante y se vuelve cada vez más crítica».
Los sanatorios y clínicas privadas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) registran una ocupación de sus camas de terapia intensiva del 90 por ciento, con personal de salud agotado y falta de insumos para la atención de pacientes críticos con coronavirus, según informaron fuentes del sistema sanitario porteño y la Cámara de Prestadores de Salud del Conurbano (Capresco).
«El sistema está casi desbordado, la mayoría de las clínicas de la Cámara tienen una ocupación de camas de terapia intensiva superior al 90 o 95 por ciento», señaló en diálogo con Télam Guillermo Barreiro, vicepresidente de Capresco.
En tanto, Fernando Araneo, prosecretario gremial de la Asociación de Médicos de la Actividad Privada (AMAP), dijo a esta agencia que la situación del personal de salud «es preocupante y se vuelve cada vez más crítica» ya que el sistema sanitario en la Ciudad de Buenos Aires «está al tope de atención, con una ocupación del 90%, y el estrés es cada vez mayor».
«Se agregaron camas, pero no se sumó más personal de salud, entonces lo que ocurrees que se sobrecarga el trabajo del personal con la atención de más pacientes»
FERNANDO ARANEO
«Se agregaron camas, pero no se sumó más personal de salud, entonces lo que ocurre es que se sobrecarga el trabajo del personal con la atención de más pacientes», precisó Araneo, quien remarcó que también se observa que «hay médicos que se enferman y no son reemplazados» en el distrito porteño.
El gremialista sostuvo que «la solución es la vacuna» y consideró fundamental «el cumplimiento de las medidas de restricción para bajar la circulación del virus a partir de una menor circulación de personas en las calles».
Este domingo vence el DNU presidencial que dispuso el aislamiento estricto en las zonas de alarma epidemiológica como el AMBA y a partir del lunes se retoma el esquema con las restricciones previas hasta el 11 de junio, con excepción del fin de semana del 5 y 6 de junio, en el que se regresará a un confinamiento estricto.
Sin embargo, desde el sector que agrupa a la atención de los afiliados a prepagas y obras sociales de la CABA, advirtieron que «es posible que las restricciones necesiten de más tiempo ya que los resultados aún no se ven reflejados en desestresar el sistema» y remarcaron que «a siete días del inicio de las medidas (por ayer), no se ve una ruptura de la tendencia de la curva de contagios de Covid-19 en alza, sino todo lo contrario».
Al respecto, el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, anunció anoche la vuelta a las clases presenciales de los alumnos de los niveles inicial, primaria y de los dos primeros años del secundario desde el lunes próximo, pese a la resolución del Gobierno nacional que estipula la enseñanza remota en las zonas de alarma epidemiológica y el rechazo a esa medida de los gremios docentes y del ministro de Educación, Nicolás Trotta.
Rodríguez Larreta evaluó que «los datos muestran que, tras un aumento de casos (de coronavirus) durante la semana pasada, esta semana se detuvo el crecimiento y la curva empezó a cambiar su tendencia hacia un amesetamiento».
En sentido contario, Barreiro aseguró respecto a la situación en el conurbano que el porcentaje de ocupación de camas de terapias intensivas es sostenido y «la pequeña merma de la semana pasada ya volvió a subir esta semana» y advirtió que «ya no se pueden recibir derivaciones desde clínicas de la Ciudad porque aquí tampoco hay lugar».
«El personal de salud está agotado y muy estresado, tanto la gente de limpieza, enfermeras y médicos no han tenido descanso, desde hace más de un año, muchos se han contagiado, otros han perdido compañeros», aseguró el también gerente del hospital Dr. Alberto Duhau, de la localidad bonaerense de José C. Paz.
El rango etario de los pacientes que ingresan a cuidados intensivos es menor al de la primera ola de coronavirus del año pasado.
Días atrás, Elisa Estenssoro, jefa de Terapia Intensiva del Hospital San Martín de La Plata e integrante del comité de expertos que asesora al Gobierno bonaerense en la pandemia, sostuvo que «hay muchos casos graves de pacientes jóvenes en terapia intensiva de 30-40 años, algunos previamente sanos y algunos con alguna comorbilidad; incluso que han fallecido» y manifestó que «es una nueva cara de la pandemia que estamos viviendo este año».
Sobre la situación de tensión del sistema sanitario, Barreiro describió un caso reciente que involucró a una paciente de la obra social de los estatales bonaerenses IOMA, «de unos treinta y pico, que ingresó por guardia, tenía que ir a sala común pero en pocas horas necesitó ser intubada y como no había lugar en una clínica tuvo que ser trasladada a otra de la zona».
«Este panorama se refleja en todo el país, hay provincias que ya no tienen camas y tienen que trasladar pacientes cientos de kilómetros», aseguró y remarcó que «las terapias están al límite porque hay que tener en cuenta que hay pacientes con otras patologías que también requieren cuidados intensivos».
Otra de las preocupaciones de las fuentes consultadas por Télam es el aumento del precio de los medicamentos específicos de terapia intensiva.
Barreiro sostuvo que «el midazolam pasó de costar 29,50 pesos en febrero del año pasado a 514 pesos este mes, y porque el Gobierno firmó un acuerdo de precio máximo» y enumeró otros fármacos que faltan, como el propofol (una droga anestésica).
«Estamos viendo con preocupación el cierre de 9 clínicas en el conurbano; nuestras clínicas son entidades que representan la seguridad social, pero hay muchas que no pueden sostener el problema de la inflación, que es el principal problema, la suba desmedida de los insumos», apuntó Barreiro y agregó que «el Gobierno hace, pero no alcanza».
«Hay muchas clínicas que no pueden sostener el problema de la inflación, que es el principal problema, la suba desmedida de los insumos»
GUILLERMO BARREIRO
Las fuentes vinculadas al sistema privado porteño indicaron, a su vez, que comenzaron a observar «dificultades serias» en la provisión de medicamentos para el tratamiento de los pacientes con Covid-19 debido a la demanda de ese tipo de insumo en todo el país.
Y un relevamiento efectuado por las instituciones privadas, indicó que el acceso a una internación de aquellos pacientes que llegan trasladados en una ambulancia se demora un tiempo que puede alcanzar hasta ocho horas de espera debido a la alta ocupación de camas, ya sea en las unidades de terapia intensiva como las generales.
De acuerdo a datos oficiales, el 81,4% de la población de la Ciudad está afiliada a algún sistema de atención de la salud: el 46,1% a obras sociales, el 18% a medicina prepaga o mutual vía obra social, el 10% a la medicina prepaga por contratación voluntaria y el resto agrupa a los que tienen mutual o sistemas de emergencias médicas.
Mientras que el 18,6% de los habitantes tiene acceso al sistema público de salud, que cuenta con 33 hospitales: 13 generales de agudos, tres generales de niños, 14 especializados y tres odontológicos.