El funcionario advirtió que “la circulación de mensajes confusos acerca de los beneficios del consumo durante el embarazo y la lactancia debe hacernos reflexionar en un contexto donde la evidencia científica muestra las graves consecuencia para embarazadas, recién nacidos y niños”.
La SAP determinó que “el cerebro humano, desde que comienza a formarse en el embrión, presenta receptores para cannabinoides involucrados en el desarrollo neurológico, entre otras funciones, por lo cual el consumo de los fitocannabinoides durante el embarazo y la lactancia interaccionan con estos, generando cambios en las diferentes etapas de la vida embrionaria y perinatal”.
En ese sentido, a las conclusiones aportadas por las SAP, se suma el estudio realizado por profesionales del Servicio de Medicina Familiar y Comunitaria del Hospital Italiano de Buenos Aires que arroja como resultado preliminar que el consumo de cannabis se asocia a una mayor incidencia de parto prematuro y desprendimiento prematuro de placenta.
Martello agregó que cuando se emiten este tipo de mensajes sobre la marihuana “no debemos olvidar que los últimos datos oficiales muestran que la tasa de consumo recreativo de esta sustancia, por parte de jóvenes escolarizados de entre 13 y 17 años, se incrementó en un 57% en los últimos años y que la misma se da casi en igual proporción entre hombres y mujeres”.
Al respecto, Adriana Aguirre Celiz, jefa del servicio de toxicología del Hospital de Niños de La Plata argumentó: “El consumo prolongado de marihuana lleva al consumo combinado de alcohol, tabaco y otras sustancias de abuso lo que hace que los recién nacidos tengan patologías respiratorias, malformaciones o abstinencia y deben ser atendidos madre e hijo”. (DIB) ACR