En esa ocasión, cerca de 130 kilos más de esa droga habían sido halladas en la localidad de Rancagua, del mismo distrito, y cuatro personas quedaron detenidas como sospechosas de intentar traficarla en la zona porteña del Bajo Flores.
En tanto, el domingo por la tarde, productores agropecuarios que realizaban tareas en un campo encontraron varios envoltorios cubiertos de papel metálico.
Al llamar al 911, efectivos de comisaría local y de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de la Policía de la provincia de Buenos Aires confirmaron que era cocaína por un total de 80 kilos.
Según las fuentes, personal del Juzgado Federal 2 de San Nicolás, a cargo del juez Carlos Villafuerte Ruzo, dispuso que se realizara un nuevo rastrillaje en la zona.
La Policía encontró dos bultos que contenían otros 30 envoltorios de similares características a las de ayer y a las secuestradas en enero. En este caso, los efectivos de Drogas Ilícitas se incautaron de 60,40 kilos de cocaína, añadieron los voceros.
Los investigadores creen que esa droga había sido arrojada el 19 de enero último desde una avioneta, en el marco de una causa que tramita desde fines de agosto del año pasado.
La pesquisa del juez Villafuerte Ruzo arrancó sobre una banda dedicada a la comercialización de cocaína por parte de ciudadanos argentinos y bolivianos, domiciliados en el barrio 1-11-14 del Bajo Flores porteño.
La organización utilizaba como medio de transporte la vía aérea y traía la droga desde Bolivia a bordo de una avioneta para finalmente ser arrojada en zonas rurales, con previo acuerdo de los dueños de los campos.
A raíz de las intervenciones de 10 líneas telefónicas y tareas de campo, los investigadores identificaron a los cabecillas de la banda, una ciudadana de 47 años oriunda del país vecino, y a uno de sus hijos, junto a otros integrantes secundarios.(DIB)