“La justicia tardó en llegar 20 años. Y la verdad llegó mínimamente porque ninguno de los condenados fue condenado por los homicidios ocurridos. Los condenados fueron condenados por delitos, yo me animaría a decir, menores”, sostuvo el Presidente al referirse a la decisión tomada el pasado lunes por la Sala I de la Cámara de Casación.
La misma confirmó las condenas contra Enrique Mathov, el exsecretario de Seguridad del gobierno de Fernando De la Rúa; y contra el exjefe de la Policía Federal Rubén Santos, entre otros, por haber dado órdenes para la brutal represión. Los condenados tienen la posibilidad de intentar llegar a la Corte Suprema con la causa y no irán presos hasta que la sentencia quede firme.
Fernández sostuvo que la Justicia “llegó 20 años después porque los que tenían que firmar el fallo sabían que esta plaza se iba a colmar de gente el 20, reclamando justicia, y quisieron acallar esas voces”.
“No sé si lo lograron con esa condena. Lo que no va a faltar es nuestro espíritu de seguir manteniendo viva la memoria de esas víctimas”, agregó.
Fernández también sostuvo que “el Estado no está para ser violento, sino para hacer justicia”. “Lo que uno debe hacer es escuchar, no disparar tiros”, señaló.
Del acto participó también el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti. Allí se descubrió una placa con los nombres de las víctimas y se anunció el envío al Congreso de un proyecto de ley que establece un beneficio reparatorio para los familiares de las personas fallecidas en el marco de las protestas del 19 y 20 de diciembre de 2001 y para quienes sufrieron heridas gravísimas.
Pietragalla Corti recordó que en ese estallido social “no había representatividad política” y pidió “tomar estos días como reflexión”.
“Nunca nadie más quiere volver a esos momentos políticos. Sin embargo, el poder real a través de los medios hegemónicos de comunicación confunde a la sociedad y hace que volvamos a proyectos neoliberales que lo único que generan es mucho dolor”, indicó. (DIB) MT